Cuando era pequeña recuerdo que alguna vez me dio piojos en el colegio. Mis papás me echaban varios productos y se sentaban a sacarnos piojos con una peinillita a mi hermanita y a mi. Recuerdo también la pegajosa canción de «Cruz azul azul azul… y adiós piojos!!!» del comercial del shampoo para piojos. Hasta ahora esos habían sido mis últimos encuentros cercanos con estos bichos.
Sí recibí varios correos o circulares de la guardería y del colegio diciendo que habían niños con piojos, que revisáramos a los niños pero pensaba que eso le daba más a las niñas, a algunos niños muy «dulces» y yo si les miraba de vez en cuando, pero la verdad a los mios nunca les dio. Hasta ayer.
Y pues sucedió al parecer que el fin de semana estuvimos en contacto con varios niños y que ahí los agarramos. Lean bien, LOS agarramos. Porque cuando eres mamá, uno de los riesgos que corres es que te peguen unos piojos, y así me pasó…
A mi me empezó a rascar la cabeza pero yo creía que era sugestión. Porque ya sabía que alguien con quien estuvimos el fin de semana tenía piojos y cuando uno oye la palabra piojo es como cuando te dicen que te van a sacar una muela o sangre y te empieza a doler el estómago del susto, con los piojos, uno escucha la palabra e inmediatamente le empieza a picar la cabeza. A quien no le ha sucedido? Pues bueno que como que me rascaba y yo que me acuesto en la noche con mis hijos y todos los pelos con todos los pelos, terminamos los 4 con piojos, no se quien se los pegó a quien pero nos dieron a todos. Después de mis sospechas, lo comprobé porque mi hijo menor se estaba rascando y mire su cabeza y lo vi. Casi me desmayo pero respiré profundo. Y es que resulta que el tema del piojo es como algo de lo que a la gente no le gusta hablar. Da pena y pareciera que uno fuera desaseado o descuidado. Y yo les digo que yo no soy ni lo uno ni lo otro y me dieron. Por eso lo quiero compartir, porque es normal, parte de ser mamá y a cualquiera le puede suceder. Listo, tenemos piojos, ahora que hacemos?
Me recomendaron un tratamiento muy bueno que se llama Lice Free. Es un producto elaborado en Colombia que no contiene tóxicos. Se consigue en la farmacia Linea Vital. Lo pedí a domicilio. El producto es como un aceite o glicerina que ahoga a los piojos. Los asfixia, no tiene químicos, no huele a nada y no tiene color. Se lo eché a los niños y obviamente a mi y a mi esposo. Se deja actuar por 30 minutos y con la peinilla para piojos uno empieza a sacar y empiezan a salir. Tienen una página web donde explican muy bien como actúan estos bichitos (www.libredepiojos.com) y chat en vivo para resolver dudas. Y ahi fue con todo este tratamiento que sacamos a varios habitantes de nuestras cabezas y finalmente quedamos sin ellos.
La historia de todos modos me tiene un poco traumatizada. Quise compartirla porque ya me rio de ella. Porque quiero recomendar el producto y que las que todavia no han tenido piojos y piensen que es de gente cochina, pues que esten pendientes que no se les vayan a pegar, pues asi sean muy limpiecitas el piojo llega a cualquiera. Estar constantemente chequeando a los hijos y entender que pasa hasta en las mejores familas, jajaja!!!