Aprovechando el día del padre hoy quiero escribir sobre mi esposo. Con el llevo 17 años de mi vida y hemos creado un proyecto de vida juntos, lleno de sueños y con mucho amor. Recuerdo cuando nos acabábamos de casar y cuando pensaba en como serían mis hijos y pedía a Dios, quiero que mi hijo se parezca al papá. Y no sólamente en lo físico, porque siempre me ha parecido divino, sino también en su forma de ser.
Para mi, el regalo más importante que me ha dado mi esposo, además de mis hijos, que son todo para mi, es permitirme asumir mi maternidad de la manera en que me la soñaba. Recuerdo en el posparto de mi primer hijo, cuando pensaba que debía volver a trabajar tiempo completo, me daba una angustia y lloraba y lloraba hasta que el un día me dijo: No tienes que volver a trabajar si no vas a estar feliz. Es mejor una mamá feliz para esta casa… Y aunque sabíamos que era un apretón grande para nuestra vida, lo asumimos, pues considero que mi personalidad no hubiera aguantado tener que trabajar de una manera tan intensa dejando un bebé en casa.
Esa decisión me ha permitido ser la gallina que se mantiene con los pollitos y disfrutar la maternidad plenamente.
Mi esposo es un hombre trabajador, muy apasionado por todo lo que hace, se preocupa profundamente por nosotros y por nuestro bienestar. Ha aprendido a ser papá a su ritmo, y les da su tiempo y su amor a los niños como mejor lo puede hacer, a su manera pero disfrutándolo plenamente. Vive ocupado y yo digo que se estresa por hobbie, pero se que en el fondo de su corazón no ve la hora de estar en casa con nosotros y no tener que pensar en nada.
Vivo profundamente agradecida por el hombre que la vida puso en mi camino, por el papá de mis hijos, por poder ser un gran equipo y una familia muy feliz.
Que Bonito encontrar complementos que dejan ser Feliz, un hermoso regalo es este escrito que le haces a tu media mitad, Me gusta tu Blog te deseo de Corazón un Buen Viento y Buena Mar
Muchas gracias!!