Uno de los papeles importantes que tenemos las mamás en la vida de los hijos es enseñar y acompañarlos hasta el momento en que ellos puedan desenvolverse solos en la vida. Hace un tiempo leí o escuche en una conferencia (realmente no recuerdo de donde salió) que uno debe hacer por los hijos sólamente lo que ellos con sus capacidades físicas y mentales no sean capaces de hacer. Cuando un niño sabe o tiene las capacidades y el potencial de hacer algo por el mismo, debemos dejar que lo haga.
Algunas veces olvido esto y veo que muchas mamás lo hacemos cuando queremos resolver rápidamente algo, cuando queremos permanecer en la zona de confort o cuando nos comportamos de manera sobre protectora. No nos damos cuenta que resolviendo los problemas o interviniendo en las situaciones de los hijos les estamos haciendo daño. Primero porque no los estamos dejando aprender. Segundo, porque les estamos dando el mensaje inconciente de que no son capaces, ya que la mamá les tiene que hacer esa labor.
Cuando dejamos que los hijos hagan solos sus cosas al principio es duro. Ellos se van a quejar, van a decir no soy capaz, lo hago mal, mira como me quedó. Para que no sea tan duro podemos acompañarlos en ese proceso pero sin tomar las riendas, solo que sea un apoyo. Por ejemplo: Un niño de 3 años ya debe estar practicando como vestirse solo y a los 4 ya debería vestirse solo del todo. Al inicio podemos decirle:  ‘Yo te pongo una prenda y tu las otras, o yo te meto la camiseta por la cabeza y tu solito te pones el resto…’
En estos procesos no tiene que haber peleas, simplemente explicarles que ellos ya estan grandes y son capaces de hacer eso solos, por eso no necesitan más que alguien les ayude. Muchas veces en mitad del proceso sienten frustración. No es fácil amarrarse los cordones solos y seguramente al principio tendrán que repetir el procesos varias veces hasta que quede bien, yo a mis hijos les digo «si te quedo mal es que debes practicar más para que aprendas a hacerlo mejor», ellos poco a poco han ido logrando tener autonomía.

Otra cosa que puede ayudar mucho es que la mamá o la persona que les ayuda esté ocupada en el momento en que ellos deben hacer sus cosas solitos. En mi casa por ejemplo yo hago el desayuno mientras los niños se bañan y se visten. A veces me llaman para que les ayude pero yo les digo: «No puedo en este momento pues estoy haciendo tu desayuno», ellos terminan por hacerlo solos.

Para saber que puede hacer un niño solo simplemente piensa en sus capacidades físicas, motricidad y también procesos mentales y date cuenta si esas capacidades permiten que realice esa labor. Todos los niños son diferentes y lograrán diferentes procesos en distintas edades, por ejemplo mi hijo mayor dejó el pañal a los 2 años y medio y el pequeño a los 18 meses. Hay que adaptarse a cada niño. También debemos llenarnos de paciencia, pues por un lado ellos se van a frustrar al comienzo y van a querer que regresemos a hacerles todo, debemos acompañarlos de manera tranquila y hacerles entender que ellos ya pueden hacerlo. También seguramente las cosas al comienzo no quedarán perfectamente hechas. Es parte del proceso y hay que motivarlos para que sigan intentandolo y lo hagan cada vez mejor. No se debe arreglar algo que quedó a medias pues el mensaje sería «eres incapaz, lo estas haciendo mal, yo lo arreglo»… Hay que motivarlos mucho.

Aquí hay una guía de lo que cada niño debe hacer solo según la edad. Es simplemente una guía pues todos son diferentes y pueden lograrlo antes o después.

A los niños les encanta aprender, les encanta crecer y demostrarse que pueden lograr cosas por ellos mismos. Apoyemos estos procesos y no dejemos que nuestros hijos se pierdan la oportunidad de disfrutar y gozar su aprendizaje haciendo sus cosas por ellos mismos. Dejarlos y acompañarlos es una favor para ellos y a mediano plazo también para nosotros.