Las mamás tenemos diferentes obsesiones. Una de las mías es el buen dormir. Para mi el sueño es sagrado, por eso he sido enfática en cuidarlo y en que se respete. Además he averiguado que el sueño es muy importante para el bienestar de los niños. Aquí les cuento porqué.
Todas las mamás somos diferentes y dentro de esas diferencias he encontrado que todas tenemos algunos temas con los que somos obsesivas. Hace poco por ejemplo supe que una amiga sufría mucho por los dientes de sus hijos, otras sufren porque se ven muy gorditos (o flacos), otras porque no comen, otras porque no socializan, también supe de una mamá preocupada porque su hijo de dos años todavía no sabía identificar los colores. Y así como todas tenemos nuestros temas «predilectos» (para decirlo más bonito), los míos son: la alimentación, la salud y el sueño.
De la alimentación he hablado mucho y seguiré haciéndolo, pero no he dedicado tiempo a hablar de otro de los temas que me obsesiona: el buen dormir. Creo que esta preocupación tiene origen en mi mamá, que nos cuidaba mucho el sueño, en mi casa siempre fue importante respetar cuando alguien dormía. Adicional a esto, las múltiples experiencias a lo largo de mi vida, me han demostrado que dormir bien es demasiado importante, que cuando duermo mal al otro día casi siempre estoy aburrida o malgenio y si son varios días me da la lloradera, lloro porque sí y porque no.
Cuando nacieron mis hijos, además de que ya tenía la sospecha que el sueño es un factor muy importante para la felicidad, descubrí varias cosas:
– Los niños y sobre todo los bebés necesitan dormir mucho porque CRECEN cuando duermen. O sea, cuando tu hijo está más dormilón es que está creciendo.
– Los niños tienen un requerimiento de sueño según la edad. Está en número de horas y en los más pequeños se pueden repartir en el día (por medio de siestas).
– En los niños al contrario de los adultos, que cuando no dormimos estamos cansados y somnolientos, el mal sueño puede hacer que se activen, se vuelvan inquietos, irritables, intolerantes. Lo veo mucho en mi hijo mayor, cuando no duerme lo suficiente se vuelve muy activo, hasta peligroso, arriesgado, hace cosas sin pensar, se cae y se aporrea más.
– El sueño es muy importante no solamente para crecer y estar tranquilos. Hay estudios que demuestran que los niños en edad escolar que no duermen lo suficiente, tienen peores rendimientos en su colegio, o sea, aprenden menos. Esto quiere decir que al dormir bien, los niños aprovechan mejor el colegio y aprenden más.
– Otros síntomas que pueden ser consecuencia de la falta de sueño: falta de atención, mayor dependencia de quien lo cuida, problemas de crecimiento, mayor probabilidad de obesidad infantil, dolores de cabeza, inseguridad, timidez, peor carácter y baja tolerancia a la frustración.*
– Un buen sueño es fundamental para una buena salud. Se dice que el sueño está relacionado con funciones del sistema inmune, endocrino, metabolismo, cerebro (de aprendizaje y memoria), entre otros.
¿Cuántas horas debe dormir un niño?
La academia de pediatría de Estados Unidos recomienda para los niños estas horas de sueño según la edad:
- Niños de 4 a 12 meses: 12 a 16 horas diarias (incluyendo siestas).
- Niños de 1 a 2 años: 11 a 14 horas diarias (incluyendo siestas).
- Niños de 3 a 5 años: 10 a 13 horas diarias (incluyendo siestas).
- Niños de 6 a 12 años: 9 a 12 horas diarias.
- Niños de 13 a 18 años: 8 a 10 horas diarias.
Y para que un niño duerma bien, nos dan algunas recomendaciones:
– No ver televisión o jugar con pantallas por lo menos media hora antes de dormir.
– Evitar aparatos eléctricos en el cuarto.
– Haber comido por lo menos una hora o más antes de acostarse para que no estén muy llenos.
– Con los niños pequeños es importante la rutina del sueño: baño, cuento, abrazo…
– Con los niños escolares programarlos media hora antes de la hora de dormir pues en esta edad «roncean» mucho (Gracias Doctora Tis por este tip, ahora logro entenderlo todo!!).
Qué hacemos nosotros en casa:
– Leer un poco antes de dormir. A veces solos a veces juntos, es un hábito muy bueno y un momento para compartir en familia.
– Meditaciones o relajaciones: hace un tiempo conocí un proyecto hermoso que se llama YOMU el cual combina elementos de yoga y mindfullness para niños, con música. En Spotify tienen una lista hermosa con relajaciones en varios idiomas, meditaciones y un contenido muy especial. Con mis hijos tratamos de hacer algunas de las meditaciones en las noches así ellos se acuestan más tranquilos y relajados y con mensajes positivos en su cabeza. (Ensáyenlo, es hermoso!)
– Mis hijos se duermen solos en su cuarto entre 7:30 y 8 pm todos los días. Mi hijo menor (7 años) me pide que lo acompañe entonces lo acompaño algunos días, todos no, para que aprenda a dormirse solo. He sido flexible con el acompañamiento a la hora de acostar pues me gusta ese ratico de afecto y creo que el niño se duerme más tranquilo, no es el momento para una pelea.
– Al levantar los despierto con besitos y suavemente. Los días que no tienen que madrugar los dejo dormir hasta la hora que quieran y cuido su sueño como una generala. Nadie puede hacer ruido o hablar duro en la casa mientras alguien duerme. Así busco asegurar que descansen lo que sus cuerpos necesitan.
Aparte de mandarlos a la cama temprano por todos los beneficios que esto trae, he descubierto que para mi es maravilloso estar «libre» y tranquila desde esa hora. Puedo hacer mis cosas, leer, trabajar, estar con mi esposo, con más tranquilidad. Las mamás también debemos cuidar nuestro sueño por eso es bueno tener un ratico propio y relajado antes de dormir
*Fuente: http://www.dormirbien.info/el-sueno-crucial-en-la-infancia/
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