¿Qué es ser un niño grande?

Como papás estamos buscando constantemente que nuestros hijos crezcan, que avancen, que parezcan «niños grandes». En cada edad hay acciones o elecciones con las cuales ellos demuestran que son «grandes» y eso implica ir renunciando lentamente a otras cosas de la infancia que también son hermosas. No sé hasta que punto su proceso de crecimiento natural está siento realmente natural o está siendo presionado por quienes los rodean, privándolos de gozar su infancia a plenitud…

Es triste que cuando uno se da cuenta que ser chiquito es lo máximo, ya es grande. Y con los niños pasa lo mismo, como dirían por ahí “del mismo modo pero en sentido contrario”, los pequeños siempre quieren ser niños grandes. Lo increíble de toda esta situación es que los papás (no se porqué lo hacemos porque sabemos que ser pequeño es mejor), estamos incentivando a que ellos quieran ser grandes, que ironía.

Desde que los niños están muy pequeños estamos constantemente motivándolos con frases que demuestran que ser grande es lo máximo: “Dejaste el pañal, eres un niño grande”, “Comes solo, como un niño grande”, “No llores, que los que lloran son bebés”, y así repetimos las mismas frases de cajón edad tras edad, en las que finalmente terminamos diciéndoles: “Crece que ser grande es tu meta y es lo mejor”.

Pensar en esto me da mucho pesar, la niñez es la mejor época de la vida, que dicha que uno pudiera decirles: “Ser bebé es lo mejor, aprovecha, llora y ríete de la vida sin saber porqué”, “No te afanes en aprender a comer solo, a ir al baño, a vestirte, a dormir en tu cama, a amarrarte los zapatos, algún día lo aprenderás, disfruta que eres un niño y tienes derecho a no saberlo hacer”, “Sigue hablando así, algún día dirás las palabras correctamente, mientras tanto se te oye divino”.

Pero no, todo el tiempo estamos diciéndoles que sean grandes, que aprendan, que crezcan, y lo más triste es que al fin, crecer implica dejar de ser niños.

Mis hijos ya están entrando en la preadolescencia. Sobre todo mi hijo mayor que va a cumplir 9 y veo que el quiere, en muchas de sus acciones, demostrar que no es un niño, que ya es grande. Entiendo perfectamente que es la etapa de la vida en la que está, pero también me ha hecho reflexionar que ellos están en una carrera de ‘ser un niño grande’ desde que tenían 2 o 3 años.

Porque en cada etapa hay gustos, acciones, elecciones que te definen y dejar eso implica que ya creciste. Por eso la búsqueda de ser grande empieza desde muy pequeños.

¿Qué es ser un niño grande a los 2 años?
*Entras a la guardería
*Dejas el pañal o por lo menos avisas
*Duermes toda la noche sin despertarte
*Dejas el tetero Y EL CHUPO
¿Qué es ser un niño grande a los 3, 4 o 5 años?
* Eres de los “grandes” de la guardería o entras al colegio
* Vas al baño solo y aprendes a limpiarte al ir
* Te sabes vestir solo
* Comes solo
* Ya no te gusta Barney ni Winnie Pooh
* Te gustan los súper héroes o las princesas
* Hablas casi perfecto
¿Qué es ser un niño grande a los 6 o 7 años?
* Ya no te gustan los súper héroes o las princesas
* Te gusta Star Wars o DESCENDIENTES
* Ya no te gustan los títeres ni las recreaciones en los cumpleaños
* Te gusta la música de grandes
* Adquieres lenguaje (palabras) de “grandes” aunque ni sepas que significaN
¿Qué es un niño grande a los 8 o 9 AÑOS?
* Tomas tus propias decisiones y llevas la contraria a los papás
* Todo lo infantil te parece ridículo (música, juguetes)
* Te da pena ajena sobre todo cuando los papás hacen algo que es ridículo (cantar duro en el carro y si es música infantil, peor)
* Eres obstinado en lo que piensas y crees que tienes la razón (Esto puede continuar hasta los 40)
* Por ningún motivo haces algo que sea de niños menores (por ej: ver una película como el Rey León)

Con todo esto al ver a mis hijos crecer y al ver a tantos niños que buscan ser grandes y tantos papás que les hablamos constantemente del tema, me pregunto: ¿Cuál es el afán en que sean grandes? ¿Porqué más bien no les enseñamos a disfrutar la infancia? ¿Porqué no cambiamos un poco el lenguaje y buscamos que vivan su edad, y tal vez, porque no, que puedan disfrutar la infancia un poco más? ¿Qué tiene de malo que a uno a los 11 años le guste Mickey Mouse o Las Princesas (amo La Bella y La Bestia), ¿Porqué tiene que ser ridículo, mañé, pasado parecer pequeño?

Yo siento que así como dentro de todos nosotros está nuestro niño interior, nuestros hijos tienen un niño aún no interior, que todavía quiere olvidar que su “meta” es ser grande y logra en muchos momentos disfrutar la infancia. Gozar con los simple, reírse en un show para niños, mojarse bajo la lluvia, ensuciarse sin que importe, hacer regueros cuando come, equivocarse sin que sea penoso, reírse por cualquier cosa, explorar, meter el dedo en un pegote, olvidarse de que tiene que ser grande, de que sus padres y la sociedad constantemente les pide que lo sean y dejarse llevar por su inocencia, su ingenuidad y por esa idea tranquila y mágica de como ellos ven el mundo en cada etapa.

Revisemos nuestro lenguaje, no les pidamos tanto ser grandes, celebremos sus logros, pero también dejémoslos que se ensucien tranquilos, que hablen mal, que hagan regueros, que se pongan los zapatos al revés, que sueñen, que crean en lo imaginario, que se rían mucho, que pregunten lo mismo 10 veces, que lloren, que coman mocos, que nos pongan sus manitas sucias sobre nuestra ropa limpia y sonriamos junto a ellos.

Sonriamos porque cada momento de su infancia es extremadamente valioso, se están llenando de experiencias, de amor, de magia, de recuerdos felices, que luego necesitarán para que, cuando sea el momento, puedan ser adultos.

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