Querida yo hace 10 años…

Querida yo hace 10 años: Te ves ahí feliz, con tu barriga hermosa que parece un globo de piñata. En dos días va a nacer tu bebé.

Te va a empezar a doler a las 2 am y vas a llamar a tu tío-médico a las 3 para decirle que tienes contracciones dolorosas. Te vas a bañar en un intervalo entre dos contracciones y te vas a preocupar mucho porque no te afeitaste bien y porque no has acabado de empacar la maleta (tu que todo lo tienes siempre perfectamente planeado).

Vas a llegar al consultorio de tu tío antes de las 4am y vas a esperar 8 minutos en el carro que se te van a hacer eternos. El te va a decir “vamos ya para la clínica, este muchacho va a nacer…” y tu vas a llamar a tu mamá a decirle que cancele un viaje que tiene al día siguiente porque va a ser abuela…. pero que se quede “tranquila” en la casa. También vas a llamar a tu jefe para cancelar la reunión de las 8 de la mañana. Seguir leyendo

Mi cartera es un caos

¿Te has dado cuenta que la cartera de una mujer puede contener un universo de cosas inexploradas? ¿Llevas muchas o pocas cosas en la tuya? ¿Encuentas algo extraño? La mayoría de veces mi cartera es un caos, y yo la miro y me burlo y me sorprendo de que a veces sea un reflejo de mi vida. ¿Cómo es la tuya?

Mi cartera es un caos. Si tu la abres en este momento podrás encontrar cualquier cantidad de cosas inimaginables. Pareciera un portal a la tierra de Narnia o la maleta mágica de Harry Potter que puede contener un mundo infinito de posibilidades.

Mi esposo dice que mi cartera es el triángulo de las bermudas y aunque me hago la brava cuando lo dice, en el fondo se que es verdad. A veces me parece que mi cartera es un reflejo de lo que pasa en mi cerebro.

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Tener fe

Los papás quisieramos controlar todo para que nuestros hijos siempre estén bien. Pero asi no funciona. Ante un mundo de incertidumbre, lo único posible es tener fe. Por eso las mamás terminamos repartiendo bendiciones y prendiendo velas hasta viejitas. Aquí les cuento de qué se trata esa fe. Y no es un post sobre religión.

Tener Fe - la gallina y los pollitos blog

Me acuerdo que hace muchos años, cuando mi primita Daniela estaba pequeña hubo una época en que había muchos derrumbes en la vía Las Palmas, ruta que tenía que tomar todos los días para ir al colegio. Cada día el subir y bajar por esa vía era un riesgo de que se desprendiera un pedazo de tierra y cayera sobre cualquier vehículo que estuviera pasando por ahí.

Aunque yo estaba lejos de ser mamá, sentir a mi tía angustiada por el solo hecho de mandar a su hija al colegio por un camino que presentaba un riesgo me impactó. Y me impactó el hecho de entender que a pesar de que seamos los mejores papás no podemos asegurar que nuestros hijos siempre estén a salvo, pues no está del todo en nuestras manos. Nunca. Seguir leyendo

Inventa tu propia manera de ser mamá

Las mamás de ahora vivimos expuestas a mucha información. Esto de tener acceso a tanto puede ser bueno pero también puede llegar a confundirnos. No le hagas caso a todo, ser una buena mamá no es seguir teorías al pie de la letra o querer ser igual a otras, inventa tu propia manera de ser mamá!!!

En una era de tanta comunicación e información, tener acceso a tanto se convierte en un arma de doble filo. Las mamás de ahora buscamos información constantemente porque queremos lo mejor para nuestros hijos y estamos llenas de miedo a equivocarnos. En está búsqueda imparable, abordamos muchos temas: crianza, alimentación, educación, actividades, diversión, salud, espiritualidad.
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Ser uno

Llevo varios días pensando cual va a ser mi primer post del año y ya vamos a llegar a Febrero. Eso me lleva a pensar en la frase que vuelve a mi vida constantemente: lo perfecto es enemigo de lo bueno. No tengo que tener el súper tema, aunque tengo una lista de 12 post que quiero hacer, realmente mi mente creativa no trabaja así sino que llega como una oleada de inspiración que me hace sacar un texto en media hora, en el momento más inesperado, logro que algo fluya y me queda genial, o al menos siento que me gusta que es lo importante. Seguir leyendo

No me miren que estoy voltiada

Esta es una historia personal. De una niña a la que no le gustaba que le hicieran escándalo y se inventó la manera de decirles a los adultos que la dejaran tranquila un rato. A todos nos pasa, a los niños y a los grandes. Son buenos momentos y oportunidades para bajar el ritmo, alejarse de la bulla y volver a recargar.


Cuando yo nací fue un súper acontecimiento en mi familia.
La hija mayor, la nieta y sobrina mayor en los dos lados, también bisnieta mayor y bueno, así en todos los rangos familiares con tíos, tíos abuelos, primos de mis papás, etc. Digamos que abrí la brecha a una nueva generación. Era como una princesa (sin el como).
Fui una niña muy contemplada, mis papás fueron consentidores, mis abuelos más, era un escándalo cuando yo llegaba a la casa de los abuelos, llegó la niña, la única, la princesa.
Nunca me ha gustado ser muy protagonista que digamos, prefiero más bien el bajo perfil, aunque no parezca ahora pues tengo un blog que hace que me vean mucho más, en realidad soy penosa y no me es fácil establecer relaciones con personas desconocidas (parezco antipática en la primera impresión, o en realidad hasta lo soy). Seguir leyendo

¿Qué es ser un niño grande?

Como papás estamos buscando constantemente que nuestros hijos crezcan, que avancen, que parezcan «niños grandes». En cada edad hay acciones o elecciones con las cuales ellos demuestran que son «grandes» y eso implica ir renunciando lentamente a otras cosas de la infancia que también son hermosas. No sé hasta que punto su proceso de crecimiento natural está siento realmente natural o está siendo presionado por quienes los rodean, privándolos de gozar su infancia a plenitud…

Es triste que cuando uno se da cuenta que ser chiquito es lo máximo, ya es grande. Y con los niños pasa lo mismo, como dirían por ahí “del mismo modo pero en sentido contrario”, los pequeños siempre quieren ser niños grandes. Lo increíble de toda esta situación es que los papás (no se porqué lo hacemos porque sabemos que ser pequeño es mejor), estamos incentivando a que ellos quieran ser grandes, que ironía. Seguir leyendo

Cómo sentenciamos a los hijos sin darnos cuenta

La mayoría de los padres y cuidadores siempre queremos lo mejor para los niños, pero muchas veces por comportamientos aprendidos cometemos errores que no nos damos cuenta que pueden ser dañinos para ellos. En ocasiones sentenciamos a los hijos sin darnos cuenta con nuestro lenguaje o comunicación. Hacernos concientes de pequeños cambios puede hacer una gran diferencia.

Aunque siempre he sido muy pegada de lo literal del lenguaje, desde que soy mamá lo hago con mayor conciencia. Para mi si me dicen llego en 5 minutos yo espero realmente 5 minutos y no 6 y cuando digo ya salí es porque lo hice, cumplo lo que prometo y trato de no decir nada que no sea cierto o que no pueda cumplir.

Con mis hijos me di cuenta que en nuestra cultura a veces hablamos más de la cuenta y que tenemos un lenguaje aprendido de generaciones anteriores que seguimos repitiendo como loras sin realmente entrar a analizar que es lo que estamos diciendo. Seguir leyendo

Todo por una sonrisa

Las mamás hacemos muchas cosas por nuestros hijos. Muchas de esas cosas implican dejar a un lado el tiempo de uno, el momento de descanso y hasta algunas responsabilidades. Todo lo hacemos muchas veces sin esperar nada a cambio, porque una carita o una sonrisa puede recompensar todo lo que se invierte y dejarte recargada.

Mi hijo Pedro cumple años en vacaciones. Nunca le ha tocado celebrar el día de su cumpleaños en su colegio y nunca le tocará. Para un niño cumplir años en el colegio puede ser algo así como lo más maravilloso, pues ese día es el rey, todos lo felicitan y además en el caso del colegio de mis hijos, la mamá sube en la media-mañana con una torta y le cantan el cumpleaños todos los compañeros del salón. Eso nunca le había pasado a Pedro. Seguir leyendo

Disfrutando la infancia media de mis hijos

Las mamás casi siempre nos soñamos el bebé para cargar, vestir y arrullar, pero esos bebés crecen y ahora se vuelven niños grandes. Se acaba el sueño? Yo ahora ando disfrutando la infancia media de mis hijos, como algo nuevo, que desconocía totalmente y muy divertido.

Yo pensaba que la mejor etapa y la que más iba a disfrutar con mis hijos era cuando eran bebés. Los bebés son deliciosos, tiernos, son de uno. Es una dicha. Es lo que todas las mamás que somos como Susanita la de Mafalda hemos soñado toda la vida. Un bebe para bañar, vestir, arrullar, besar. Pero la frase trillada de «ellos crecen muy rápido» se hizo realidad en mi vida y ahora mis hijos ya tienen 8 y casi 7, ya son niños grandes. Por lo tanto, esa etapa romántica de la maternidad, la que siempre soñé, ya pasó. Como cuando dicen: «Te quedaste sin bebé». Así es. Seguir leyendo