Hoy aprendí una cosa muy importante… esto es un proceso de aprendizaje duro, por las buenas o por las malas, con lágrimas y con risas. Tus hijos son tus hijos, educalos con amor, has lo mejor que puedas, dales todo tu amor y hazlo todo con amor. Muchas personas quieren aconsejarte, decirte que debes hacer, como sería mejor, muchas veces con buenas intenciones. Pero son tus hijos, es tu proceso de mamá, en el que vas a cometer muchos errores, vas a equivocarte mucho, pero la respuesta a todas todas las preguntas está dentro de ti. Está en tu corazón. Aprende a escuchar tu corazón, y ahí encontrarás que debes hacer en cada situación. No dejes que nadie te diga que tienes que hacer, lleva a tus hijos por el camino que tu creas el mejor, siempre con amor, y no dejes que los demás critiquen tus acciones. Tus hijos son un ser único e irrepetible y como es así, tiene características, procesos y acciones diferentes a los demás niños, inclusive a sus hermanos y no importa, así es. No te angusties porque tu hijo se demoró en hacer algo que otros ya hacen. Ya llegará su momento y todo sucede por una razón. No hay afán y todo tiene un momento, todos los procesos son distintos, todos los caminos son diferentes. Hoy aprendí que no voy a dejar que nadie opine y hable sobre mis hijos. Me entrará por un oído y me saldrá por el otro.