10 razones por las que los niños grandes y los jóvenes deben jugar videojuegos

A medida que nuestros hijos crecen, los papás nos hacemos viejos. Creemos que las cosas son como eran en «nuestra época» y le tememos a las nuevas tecnologías, en parte porque no las entendemos. Me puse a investigar y encontré 10 razones por las que los niños grandes y los jóvenes deben jugar videojuegos. Esto no les daña el cerebro sino que los forma para el futuro.

10 razones por las que los niños y jóvenes deben jugar videojuegos
Photo by JESHOOTS.COM on Unsplash
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Es una cosa loca cuando nosotros, los padres de ahora, pensamos o nos sentimos afortunados porque vivimos en una era tecnológica y nos tocó todo eso. O sea, para ser más clara, a nosotros nos tocaron las primeras conexiones a internet y todavía nos toca explicarle a nuestros papás como conectarse a una red wi-fi o como meterse al e-mail, tuvimos el privilegio de abrir facebook cuando empezó, estrenar whatsapp y hasta tuvimos sistemas que ya desaparecieron (recuerdan ICQ?). Seguir leyendo

Bienvenidos al mundo de los videojuegos

Llegó el momento en que mis hijos pidieron hasta enloquecernos una consola de videojuegos. Otra de las cosas que dije que nunca haría quedó derribada. La maternidad va derrumbando todos los muros y barreras que tenía, es innegable. Pero para que mis hijos pudieran acceder al mundo de los juegos de video llegamos a un acuerdo, pusimos reglas y límites y además estudié y encontré que tampoco es tan malo como pensaba. Aquí les cuento bien…

Con esto acaban mis «yo nunca» de la maternidad y cierro el pico. Porque en serio pensé que este si lo iba a cumplir. No me gustan los videojuegos. Será en parte porque nunca tuve ni me hicieron falta y porque para mi tener un libro en la mano es la mayor fuente de entretención y lo era también cuando era niña. Pero como todos sabemos y tanto lo he hablado, primero lo que yo piense no es la verdad absoluta, así como todos tenemos gustos diferentes y también ideas, que yo prefiera leer a jugar Super Mario no es que sea mejor. Segundo, algo que me repito todo el tiempo, mis hijos y todos los niños de esta época son nativos digitales, o sea ellos nacieron y viven inmersos en la tecnología y para ellos un videojuego, un computador, un dispositivo que se conecte de manera inalámbrica, es algo NATURAL. Seguir leyendo

Inventa tu propia manera de ser mamá

Las mamás de ahora vivimos expuestas a mucha información. Esto de tener acceso a tanto puede ser bueno pero también puede llegar a confundirnos. No le hagas caso a todo, ser una buena mamá no es seguir teorías al pie de la letra o querer ser igual a otras, inventa tu propia manera de ser mamá!!!

En una era de tanta comunicación e información, tener acceso a tanto se convierte en un arma de doble filo. Las mamás de ahora buscamos información constantemente porque queremos lo mejor para nuestros hijos y estamos llenas de miedo a equivocarnos. En está búsqueda imparable, abordamos muchos temas: crianza, alimentación, educación, actividades, diversión, salud, espiritualidad.
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Tener un hijo pre adolescente

Tener un hijo no es sólamente recibir a tu bebé en brazos, darle teta y enseñarle a hablar. Todos nos imaginamos el momento romántico, pero como todos los romances, van pasando y cuando menos nos damos cuenta esa etapa se fue para no volver.
¿Cómo es tener un hijo pre adolescente? Tan positivo como cualquier otra etapa si sabes disfrutarla y vivirlo con amor. Aquí les cuento…


Los hijos crecen demasiado rápido. Tan rápido que no tenemos tiempo de darnos cuenta hasta que ya pasó… Creo que esta es una de las frases más trilladas de la maternidad, y es que creo que es trillada porque aunque la oímos todo el tiempo, realmente es algo que nos sorprende, y no logramos tragar entero que nuestros hijos crezcan tan rápido. Seguir leyendo

¿Cómo prevenir y enfrentar el bullying?

La semana pasada estuve dos días en el IV Simposio Internacional de Acoso Escolar Bullying, en el cual asistieron expertos nacionales e internacionales y nos mostraron a padres, educadores y profesionales en el tema, diferentes puntos de vista, casos y estudios que sirvieron para entenderlo mejor en su totalidad y aprender como manejar una situación de estas.

Es una gran cantidad de información pero creo que todos debemos conocer los puntos básicos para saber prevenirlo, detectarlo y tratarlo. Seguir leyendo

Disfrutando la infancia media de mis hijos

Las mamás casi siempre nos soñamos el bebé para cargar, vestir y arrullar, pero esos bebés crecen y ahora se vuelven niños grandes. Se acaba el sueño? Yo ahora ando disfrutando la infancia media de mis hijos, como algo nuevo, que desconocía totalmente y muy divertido.

Yo pensaba que la mejor etapa y la que más iba a disfrutar con mis hijos era cuando eran bebés. Los bebés son deliciosos, tiernos, son de uno. Es una dicha. Es lo que todas las mamás que somos como Susanita la de Mafalda hemos soñado toda la vida. Un bebe para bañar, vestir, arrullar, besar. Pero la frase trillada de «ellos crecen muy rápido» se hizo realidad en mi vida y ahora mis hijos ya tienen 8 y casi 7, ya son niños grandes. Por lo tanto, esa etapa romántica de la maternidad, la que siempre soñé, ya pasó. Como cuando dicen: «Te quedaste sin bebé». Así es. Seguir leyendo

La dicha de ir a comer helado

Cuando somos niños creamos recuerdos maravillosos a partir de momentos mágicos. Los padres debemos darnos cuenta que esa magia muchas veces está en lo simple, en lo sencillo, en pequeños detalles como por ejemplo la dicha que produce ir a comer helado…

Ser niño es algo maravilloso, la infancia está llena de fantasías y momentos mágicos. Dentro de las maravillas de esta hermosa época están los pequeños espacios en los que uno crea experiencias inolvidables. Curiosamente estas experiencias por lo general no implican un costo (monetario) alto sino que van más bien enfocadas en algo que cree un momento feliz . Esos momentos felices crean una asociación positiva en la mente que hace que cada vez que haces lo mismo creas y recreas esa felicidad (eso lo aprendí en mis clases de mercadeo). Uno de los momentos más ricos y divertidos de la infancia es ir a comer helado. La ida a comer helado es una de las asociaciones positivas más comunes actualmente en el mundo y esta se origina en la infancia. Cuando llevamos a los niños a comer helado creamos automáticamente un recuerdo feliz que queda grabado en ellos y por ende el helado genera una asociación con la felicidad, por eso cuando grandes a veces comemos helado para sentirnos felices o para crear momentos especiales con uno mismo o con otra persona, pues el hecho de comerlo llama automáticamente al niño interno de todos y hace correr la película de ese momento especial que tuvimos cuando pequeños, trayendo esa emoción que lo acompaña. Hasta cuando uno está triste busca un helado para subir el ánimo y sentirse mejor. Seguir leyendo

La prudencia que hace, verdaderos sabios…

Llega la época navideña y me acuerdo de esta frase tan conocida y reconocida: La prudencia que hace, verdaderos sabios, que sale en la tan repetida novena, que rezamos cada año y nos terminamos aprendiendo de memoria sin siquiera analizar sus letras. Cuando crecemos empezamos poco a poco a analizar y nos damos cuenta que detrás de muchas de esas frases se esconde mucha sabiduría, como por ejemplo la de esta frase de la prudencia.

prudencia-foto-la-gallina-y-los-pollitos-blogEn nuestra experiencia con la maternidad, somos víctimas de muchos episodios de imprudencia que terminan con nuestra paciencia, cordura y tranquilidad. Todas las madres, en algún momento sufrimos de algunos de ellos, aquí quiero contarles algunos de los más comunes que hacen que a uno se la vuelen, se angustie o quiera matar:

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5 cosas que dije que no haría…. y las hice!

Hay un refrán por ahi que dice: Nunca digas de esta agua no beberé… y ahora veo que la gente que se inventa los refranes es tan sabia!!! y creo que el que lo dijo era una mamá con muchos años porque de las cosas que más nos pasa a las mamás es tenernos que tragar enteras nuestras palabras.  Muchas veces creemos que somos dueños de la verdad absoluta o dicho de otra manera, que de la forma en que yo lo hago es la única y la mejor manera en que se puede hacer. Esto lleva por añadidura y deducción, que como las otras lo hacen (diferente a mi), no es la mejor manera y comenzamos a decir: «Yo nunca voy a darle a mi hijo….., Yo nunca voy a dejar que mi hijo haga…» así como todas llenas de propiedad y con tanta seguridad, que si pudieramos dejarlo por escrito en una notaría lo haríamos.  Afortunadamente no fui a la notaría y muchas veces ni lo dije muy abiertamente (para evitarme la humillación al luego haber cambiado mis enfáticas afirmaciones). Tal vez lo pensé, juzgando a otras mamás o papás, haciendo cosas que para mi eran horribles y que yo nunca jamás de los jamases lo permitiría para mis hijos, y como lección, terminé dejando que sucediera o haciéndolo.

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El arte de esperar

Dicen que uno no valora a la mamá hasta que tiene hijos y realmente es muy cierto y una de las cosas más dificiles que he sentido en mi maternidad es la gran cantidad de tiempo que damos a nuestros hijos, una cosa que si se pagara no habría con qué.  Al comienzo se vuelve hasta pesado, sobre todo cuando estábamos acostumbradas a tener el tiempo para nosotros y a ser productivas. Ahora todo se maneja a otro ritmo.

mujeres-papas-mamas-esperando-hijos-actividades-deportivas-blog-maternidad-la-gallina-y-los-pollitos-medellinLas mamás desarrollamos la paciencia cada día y una de las principales prácticas para esto es la de esperar.  Escribo este post mientras espero a mi hijo en una práctica deportiva que dura hora y media, pero para que el pueda hacer su clase yo invierto aproximadamente 4 horas de mi tiempo, esto 2 veces por semana. Se que lo que yo invierto puede ser poco comparado con otras mamás que tienen más hijos o más compromisos y con todo el amor del mundo regalan su tiempo para que sus hijos puedan practicar sus actividades. Verlos hacerlo nos hace felices.

Veo muchas mamás y papás todo el tiempo en graderías viendo clases, partidos, competencias, haciendo barra o haciendo fuerza, aguantando frío o calor, incomodidad, cansados, todo eso y mucho más. Ahí vuelvo y compruebo que uno no valora a los papás hasta que lo vive, porque ser mamá y papá es dar,  con el amor más grande y sin esperar nada a cambio, solo la satisfacción produnda de verlos caminar hacia sus sueños.

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