Uno de los papeles importantes que tenemos las mamás en la vida de los hijos es enseñar y acompañarlos hasta el momento en que ellos puedan desenvolverse solos en la vida. Hace un tiempo leí o escuche en una conferencia (realmente no recuerdo de donde salió) que uno debe hacer por los hijos sólamente lo que ellos con sus capacidades físicas y mentales no sean capaces de hacer. Cuando un niño sabe o tiene las capacidades y el potencial de hacer algo por el mismo, debemos dejar que lo haga.
Algunas veces olvido esto y veo que muchas mamás lo hacemos cuando queremos resolver rápidamente algo, cuando queremos permanecer en la zona de confort o cuando nos comportamos de manera sobre protectora. No nos damos cuenta que resolviendo los problemas o interviniendo en las situaciones de los hijos les estamos haciendo daño. Primero porque no los estamos dejando aprender. Segundo, porque les estamos dando el mensaje inconciente de que no son capaces, ya que la mamá les tiene que hacer esa labor.
Cuando dejamos que los hijos hagan solos sus cosas al principio es duro. Ellos se van a quejar, van a decir no soy capaz, lo hago mal, mira como me quedó. Para que no sea tan duro podemos acompañarlos en ese proceso pero sin tomar las riendas, solo que sea un apoyo. Por ejemplo: Un niño de 3 años ya debe estar practicando como vestirse solo y a los 4 ya debería vestirse solo del todo. Al inicio podemos decirle: ‘Yo te pongo una prenda y tu las otras, o yo te meto la camiseta por la cabeza y tu solito te pones el resto…’ Seguir leyendo