Buscando ayuda…

Cuando se trata de pensar quien nos puede ayudar a cuidar nuestro hijo, llegan muchas inquietudes, miedos y cuestionamientos. La sociedad de hoy es muy exigente con las mamás y se supone que además de ser buenas mamás tenemos que estar divinas, tener algún ingreso, ser buenas esposas, tener el hogar al día (mercado, decoración, etc.)… todo eso para una sola persona y sin perder la cordura. Para cumplir al menos dos de las múltiples tareas que se nos exigen hoy, las mamás tenemos que buscar una ayuda en alguien externo que nos de una manito con nuestro hijo. Muchas veces al comienzo creemos que somos unas tesas y que seremos capaces solas, pero por lo general hay que solicitar ayuda en algun o algunos momentos, y creanme, es una bendición poder escaparse un rato y hacer actividades distintas, que nos ayuden a oxigenar la cabeza y a pensar en algo diferente al bebe o hijos. Cuando llega la hora de buscar a alguien que nos ayude, vienen a la cabeza muchas afirmaciones, prejuicios o mitos urbanos que nos ayudan a tomar la decisión. La primera es que es mejor dejar los hijos con alguien conocido, que los quiera, que les de amor y que no los vaya a maltratar, y en este momento todas nos imaginamos a nuestros hijos con una de esas niñeras de película de terror que salen en las noticias haciendoles no se que. Pues resulta que no todas son así. Muchas veces, las niñeras son personas preparadas, que han estudiado sobre como cuidar un niños y que saben cual es la manera correcta. Por lo general estudian esto porque les gusta y al cabo de un par de semanas terminan adorando al niño como si fuera hijo suyo y además de un buen cuidado les dan mucho cariño. Muchas mamás prefieren elegir a una abuela como cuidadora, lo cual muchas veces no es la mejor elección. Porque aunque uno piense que lo más importante para un bebe es que lo carguen y le den su comida cuando tiene hambre, pienso que cuidar un niño va más allá de eso. Tiene que ver con crear desde cero un individuo que queremos que sea un niño seguro y feliz. Y esa seguridad que lleva a la felicidad debe construirse desde muuuy pequeños. Cómo? El primer paso es establecer una rutina. Y ahí es cuando se falla, al dejar a los bebes con una persona que los quiere, pero que no sabe como hacerlo, o lo peor es que cree saber como hacerlo porque crió sus hijos hace 30 años, que es el caso de las abuelas. Hace algún tiempo estuve en una conferencia con un experto en educación y dijo algo que me impactó: Las peores cuidadoras de los niños son las abuelas. Yo no diría que las abuelas sean malas, creo que lo malo es creer saber hacerlo o cuidarlos desempeñando el papel de abuela. Pienso que cuando las abuelas cuidan a los niños constantemente, deberían tener claro que su papel en ese momento no es el de contemplar o malcriar como lo deben hacer las abuelas, sino que cuando están desempeñandose como abuela-mamá, deben establecer una disciplina que se traduce en rutina y que va a hacer que el niño aprenda a ser seguro y feliz. Cuando dejas a tu hijo con su abuela una o dos tardes en el mes, no importa que su abuela lo malcríe porque ese es el papel de las abuelas, y los niños saben que eso no sucederá siempre y aprenden a disfrutarlo. Pero cuando la abuela es quien cuida al niño todo el tiempo, las abuelas NO pueden hacer eso. Las abuelas deben impartir disciplina, para que el niño sea un niño bien educado y no un malcriado. La disciplina es tener una hora para las actividades del niño (igual todos los días), darles la comida en el mismo lugar (en el comedor o mesita de ellos, no perseguirlos por toda la casa), tener una siesta a la misma hora, un baño a la misma hora, la media mañana a la misma hora. Darles alimentos saludables y no lo que ellos quieran, como ellos quieran y cuando ellos quieran. Saberles decir NO con firmeza en algunas ocasiones no cargarlos todo el tiempo, dejarlos que lloren, que sufran alguna frustración, tener reglas y hacerlas cumplir. Todo esto puede sonar muy cruel, pero lo niños deben educarse en un ambiente claro, con normas y rutinas. Esto les da seguridad. No tiene que ser como una academia militar, puede haber mucho amor y cariño. Es muy importante que las mamás sean claras y le expliquen a la persona que los cuida (asi sea dificil sobre todo si es por ejemplo la suegra), cual es la rutina del niño, a que horas duerme, a que horas come, etc. Y pedirle a esa persona que respete lo más que pueda esa rutina para que el niño no se descuadre. Nos estamos llenando de niños maleducados y caprichosos porque siempre reciben lo que quieren, porque no tienen normas y porque nadie los educa. Por favor, esto empieza desde que son bebes.