Querida yo hace 10 años…

Querida yo hace 10 años: Te ves ahí feliz, con tu barriga hermosa que parece un globo de piñata. En dos días va a nacer tu bebé.

Te va a empezar a doler a las 2 am y vas a llamar a tu tío-médico a las 3 para decirle que tienes contracciones dolorosas. Te vas a bañar en un intervalo entre dos contracciones y te vas a preocupar mucho porque no te afeitaste bien y porque no has acabado de empacar la maleta (tu que todo lo tienes siempre perfectamente planeado).

Vas a llegar al consultorio de tu tío antes de las 4am y vas a esperar 8 minutos en el carro que se te van a hacer eternos. El te va a decir “vamos ya para la clínica, este muchacho va a nacer…” y tu vas a llamar a tu mamá a decirle que cancele un viaje que tiene al día siguiente porque va a ser abuela…. pero que se quede “tranquila” en la casa. También vas a llamar a tu jefe para cancelar la reunión de las 8 de la mañana. Seguir leyendo

Todo por una sonrisa

Las mamás hacemos muchas cosas por nuestros hijos. Muchas de esas cosas implican dejar a un lado el tiempo de uno, el momento de descanso y hasta algunas responsabilidades. Todo lo hacemos muchas veces sin esperar nada a cambio, porque una carita o una sonrisa puede recompensar todo lo que se invierte y dejarte recargada.

Mi hijo Pedro cumple años en vacaciones. Nunca le ha tocado celebrar el día de su cumpleaños en su colegio y nunca le tocará. Para un niño cumplir años en el colegio puede ser algo así como lo más maravilloso, pues ese día es el rey, todos lo felicitan y además en el caso del colegio de mis hijos, la mamá sube en la media-mañana con una torta y le cantan el cumpleaños todos los compañeros del salón. Eso nunca le había pasado a Pedro. Seguir leyendo

Cumpleaños Pedro 4 años – Fiesta de Tortugas Ninja

Pedro cumplió 4 años un par de semanas antes de entrar al colegio. Quería una piñata de Tortugas Ninja. Se la hicimos en el salón social de los abuelos, un sitio muy cómodo y con un parque muy rico para jugar. Invitó a sus amigos de la guardería y a los primos. Pasó feliz. Aquí algunas fotos

Mi niño de 5 años

Me parece increíble tener un hijo de 5 años. Como pasa el tiempo, hace tan poquito que era mi bebe.
Emilio cumplió 5 años hace un par de semanas, este año no le hice una gran fiesta porque quería descansar un poco, pero le cantamos el cumpleaños en su colegio con sus compañeros y también le hicimos una pequeña fiesta en la finca con sus primos y 4 amigos que el escogió. De todos modos le hice una torta linda y cupcakes, le decoramos con el motivo que el quería y le compramos una vela de «cohete» que disfrutó mucho.

Emilio5a

En este cumpleaños también desempolvé un lindo video que hice cuando Emilio nació, me recordó lo chiquitico que era y lo rápido que ha crecido. Se los comparto también….

 

La piñata de Woody

Pedro soñó su piñata de Woody desde que comenzó el año. Cada vez que sacaba harina y huevos para hacer una torta, para cualquier ocasión me decía: «Vamos a hacer mi torta de Woody?». Cumplir tres años es algo muy importante porque ya eres un niño grande, además fue la primera vez que invitó a sus «amidos» a su cumpleaños.

Desde que empezamos a preparar la fiesta se sintió muy feliz y orgulloso. Quería ayudar en todo y lo dejamos hacerlo. Hicimos (La tía Cata y yo) una linda y deliciosa torta de chocolate cubierta con la «ropa de Woody», también cupcakes y galletas…

Así nos quedó la torta:

Torta Woody

Esta es la tía Cata haciendo la decoración de los cupcakes:

Cooking

Asi quedaron los cupcakes:

Cupcakes

Esto es todo lo que hicimos:

Todo

Detalle de las galletas….

Galletas

Además de mis habilidades culinarias, estrené las habilidades de máquina de coser, hice pañoletas para los niños, estrella de sherif y una guirnalda con el motivo de la fiesta:

Accesorios  Estrellas

También hicimos las invitaciones y el empaque de los regalos:

Invitación fiesta Woody

Sorpresas fiesta woody

Después de tantos preparativos, llegó el esperado día. Pedro estaba feliz y dichoso y además hizo una tarde divina. Los niños pasaron rico y lo mejor fue que el cumpleañero disfrutó cantidades.

Torta

Salón

Los amigos y primos de Pedro…

Niños

Todos jugaron muy divertidos con la recreación de Angela y Gladys…

Recreación

Al final de un día tan esperado y preparado nos quedó una gran sonrisa y el corazón lleno…

Los regalos y el amor…

Esta tarde fui a comprar el regalo de cumpleaños de uno de los mejores amigos de mi hijo (el mejor). Un niño muy especial, al cual mi hijo adora y quería comprarle algo que le gustara y que no fuera ‘un juguete más’, sino algo que le dure mucho tiempo y que pueda estar en un lugar especial de su habitación. En medio de esta búsqueda del regalo, recordé una reflexión que hago siempre que voy a un cumpleaños infantil…
Pareciera que ultimamente, gracias a la sociedad de consumo y todos sus efectos, el amor entre personas se define según el regalo que se de, y esto en función de dos variables: el precio y el tamaño. Eso quiere decir que el que te de el regalo más costoso y más grande, es el que más te quiere. Cuando uno ve en una fiesta el lugar donde están los regalos, se ven paquetes tan grandes, que muchas veces, son hasta más grandes que el mismo niño y dentro de poco, vamos a tener que contratar un camión de mudanzas para llevar los regalos que le dan a nuestro hijo en su fiesta. Cuando llegan los invitados a los cumpleaños, se ven paquetes enormes de regalos gigantes, que como les digo, pareciera que ese niño quiere demasiado al cumpleañero, pues el regalo es gigante y seguramente de un precio muy alto. Luego del cumpleaños, el niño quiere abrir todos los regalos a la vez, obviamente, y se llena de una cantidad enorme de juguetes nuevos, que no sabe ni cual abrir, ni con cual jugar, pues es tanto que abruma. Termina jugando con uno de tantos, pensando en los otros que también quiere abrir, y sin disfrutar verdaderamente ninguno. Como una indigestión de regalos.

No se en que momento los cumpleaños se volvieron una competencia a quien da el regalo más costoso o más grande, y las mamás mandan a alguien a comprar un regalo que valga $X dinero, lo que sea con tal de quedar bien, cuándo fue que dejamos realmente de pensar en que le gustaría a esa persona, que lo haría feliz, que disfrutará bastante, que importa que valga más o menos, pero que ese regalo, que es nuestra manera de celebrar su vida, lleve realmente el amor que pusimos en buscarlo. No importa que el empaque sea grande o pequeño, no importa que cueste mucho o cueste poco, creo que la importancia la debe tener el amor que le ponemos al regalo y con el gusto que lo damos. Y que pesar que los niños aprendan que son más valiosos los regalos grandes o costosos, cuando es tan importante y tan lindo los pequeños detalles, una tarjeta, un dibujo, un abrazo.

Y como sugerencia para las mamás de los niños que cumplen años, no abrir todos los regalos al tiempo, pues no disfrutan ninguno, mejor guardarlos e irlos sacando poco a poco, para que realmente los niños no se saturen y valoren sus juguetes. Lo hice con el último cumpleaños y funcionó de maravilla (todavía tengo algunos sin abrir).