Todos nos equivocamos y nuestros hijos no son la excepción. A su corta edad están aprendiendo a enfrentar el mundo y las situaciones sociales. Con esta historia, «Mami, perdí el control» les cuento como a mis hijos también les ha pasado y como lo he manejado hasta ahora, buscando que el niño aprenda y terminando yo también por aprender de cada ocasión.
Dicen que el carácter es algo que tiene que ver con la personalidad y el temperamento. Cada niño nace con una personalidad y por lo general los diferentes hijos son muy distintos en todo. Mi hijo mayor por lo general es un niño muy calmado y tranquilo. El apenas aprendió a pelear mucho después de que naciera su hermano y casi siempre es el que pierde la pelea. Normalmente acepta las cosas y reacciona con tranquilidad. Pero hay momentos en que una combinación de factores hace que explote (luego les contaré cuales creo que son).
Hace poco mi hijo estaba en una clase y perdió el control. Estaban jugando «chucha» y una niña lo agarró, no lo soltaba, en ese momento el quería zafarse y no pudo, algo hizo que se descontrolara. Comenzó a tirar patadas y a gritar palabrotas a las personas que estaban alrededor, no solo pateó a la niña sino a otros. Gritó groserías hasta que la profesora le pidió que se retirara de la clase, ni ella se salvó de un insulto. Yo estaba afuera esperando y lo vi venir antes de la hora de salida, el estaba con su carita descompuesta. Seguir leyendo