La mayoría de los padres y cuidadores siempre queremos lo mejor para los niños, pero muchas veces por comportamientos aprendidos cometemos errores que no nos damos cuenta que pueden ser dañinos para ellos. En ocasiones sentenciamos a los hijos sin darnos cuenta con nuestro lenguaje o comunicación. Hacernos concientes de pequeños cambios puede hacer una gran diferencia.
Aunque siempre he sido muy pegada de lo literal del lenguaje, desde que soy mamá lo hago con mayor conciencia. Para mi si me dicen llego en 5 minutos yo espero realmente 5 minutos y no 6 y cuando digo ya salí es porque lo hice, cumplo lo que prometo y trato de no decir nada que no sea cierto o que no pueda cumplir.
Con mis hijos me di cuenta que en nuestra cultura a veces hablamos más de la cuenta y que tenemos un lenguaje aprendido de generaciones anteriores que seguimos repitiendo como loras sin realmente entrar a analizar que es lo que estamos diciendo. Seguir leyendo