Cómo sentenciamos a los hijos sin darnos cuenta

La mayoría de los padres y cuidadores siempre queremos lo mejor para los niños, pero muchas veces por comportamientos aprendidos cometemos errores que no nos damos cuenta que pueden ser dañinos para ellos. En ocasiones sentenciamos a los hijos sin darnos cuenta con nuestro lenguaje o comunicación. Hacernos concientes de pequeños cambios puede hacer una gran diferencia.

Aunque siempre he sido muy pegada de lo literal del lenguaje, desde que soy mamá lo hago con mayor conciencia. Para mi si me dicen llego en 5 minutos yo espero realmente 5 minutos y no 6 y cuando digo ya salí es porque lo hice, cumplo lo que prometo y trato de no decir nada que no sea cierto o que no pueda cumplir.

Con mis hijos me di cuenta que en nuestra cultura a veces hablamos más de la cuenta y que tenemos un lenguaje aprendido de generaciones anteriores que seguimos repitiendo como loras sin realmente entrar a analizar que es lo que estamos diciendo. Seguir leyendo

¿Si es bueno el día de la madre?

Este es mi octavo año que celebro el día de la madre. Durante estos años de celebración he asumido diferentes posiciones, antes me fascinaba y luego me dejó de gustar un poco… todavía no se si si es bueno el día de la madre, hay cosas buenas y cosas que preferiría evitar…

El día de la madre es algo que se vuelve algo extremadamente sensible cuando uno es mamá. Es como si fuera la lucha por los derechos humanos, el aborto o la marcha del orgullo gay. Uno es mamá y se siente dueña y señora del día de la madre. Y pues, sí, con todo su derecho, ya que este título nos ha costado demasiados sacrificios, perder nuestro tiempo, nuestro espacio, nuestras curvas, nuestra vida, dar todo a otro ser humano y sentir el amor más grande del planeta. Algo que a nadie más nunca le pasó. Bueno, a nadie más que no sea mamá… Seguir leyendo

La llegada (y la ida) del pudor

Una de las cosas que más cambia cuando tienes hijos, es el manejo del pudor, a las mamás se nos va y a los hijos en algún momento les llega. En mi familia la llegada del pudor se da en mis hijos y la ida en la mamá.

Cuando tienes hijos pequeños el tema de la desnudez es algo súper natural. Todo el día les cambias el pañal, les limpias la cola, los bañas, les echas cremita, los estregas por todas partes, no existen tabúes, penas de nada, eres su mamá y el contacto con la piel del hijo es algo tan natural como el agua y el viento. A la mayoría de los niños les encanta andar empelota, creo que es la naturaleza, nadie nació con ropa y tener que vestirse es muy maluco, la ropa estorba. Seguir leyendo

Disfrutando la infancia media de mis hijos

Las mamás casi siempre nos soñamos el bebé para cargar, vestir y arrullar, pero esos bebés crecen y ahora se vuelven niños grandes. Se acaba el sueño? Yo ahora ando disfrutando la infancia media de mis hijos, como algo nuevo, que desconocía totalmente y muy divertido.

Yo pensaba que la mejor etapa y la que más iba a disfrutar con mis hijos era cuando eran bebés. Los bebés son deliciosos, tiernos, son de uno. Es una dicha. Es lo que todas las mamás que somos como Susanita la de Mafalda hemos soñado toda la vida. Un bebe para bañar, vestir, arrullar, besar. Pero la frase trillada de «ellos crecen muy rápido» se hizo realidad en mi vida y ahora mis hijos ya tienen 8 y casi 7, ya son niños grandes. Por lo tanto, esa etapa romántica de la maternidad, la que siempre soñé, ya pasó. Como cuando dicen: «Te quedaste sin bebé». Así es. Seguir leyendo

La dicha de ir a comer helado

Cuando somos niños creamos recuerdos maravillosos a partir de momentos mágicos. Los padres debemos darnos cuenta que esa magia muchas veces está en lo simple, en lo sencillo, en pequeños detalles como por ejemplo la dicha que produce ir a comer helado…

Ser niño es algo maravilloso, la infancia está llena de fantasías y momentos mágicos. Dentro de las maravillas de esta hermosa época están los pequeños espacios en los que uno crea experiencias inolvidables. Curiosamente estas experiencias por lo general no implican un costo (monetario) alto sino que van más bien enfocadas en algo que cree un momento feliz . Esos momentos felices crean una asociación positiva en la mente que hace que cada vez que haces lo mismo creas y recreas esa felicidad (eso lo aprendí en mis clases de mercadeo). Uno de los momentos más ricos y divertidos de la infancia es ir a comer helado. La ida a comer helado es una de las asociaciones positivas más comunes actualmente en el mundo y esta se origina en la infancia. Cuando llevamos a los niños a comer helado creamos automáticamente un recuerdo feliz que queda grabado en ellos y por ende el helado genera una asociación con la felicidad, por eso cuando grandes a veces comemos helado para sentirnos felices o para crear momentos especiales con uno mismo o con otra persona, pues el hecho de comerlo llama automáticamente al niño interno de todos y hace correr la película de ese momento especial que tuvimos cuando pequeños, trayendo esa emoción que lo acompaña. Hasta cuando uno está triste busca un helado para subir el ánimo y sentirse mejor. Seguir leyendo

«Hijo yo creo en ti»

El mundo actual está lleno de peligros y la sociedad nos los recuerda constantemente. Eso hace que las mamás vivamos con miedo y empecemos a sobreproteger a nuestros niños enviandoles un mensaje de incapacidad que no les ayuda para nada a su seguridad. Con este post, «Hijo, yo creo en tí» quiero hacer una reflexión a cerca de  lo que hacemos las mamás por nuestros hijos que les dice inconscientemente que no creemos que puedan y si dejáramos que ellos lo intenten solos podrían demostrarse a si mismos que sí son capaces.

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No se porqué, pero las mamás actuales vivimos muertas del miedo. No se si el mundo es más duro y cruel, si nos criaron con todo muy resuelto y fácil (sin tener que enfrentar dificultades mayores), no se si es la sociedad de consumo o simplemente la sociedad en general, realmente no se porqué, pero he descubierto que esta generación de madres (en la que me incluyo) somos súper miedosas. Creo que puede ser una mezcla de todas las razones anteriores, pero ya hemos oído y visto en las redes el cuento repetitivo de que antes los niños no usaban cinturón de seguridad en el carro, salían a la calle solos y libres, a los 7 años atravesaban la ciudad sin sus padres, jugaban con cosas que ahora consideramos peligrosas, no había plásticos para tapar los enchufes, no había mallas para el balcón, las esquinas de los muebles no tenían protectores y se tragaban la crema dental. Con la evolución del mundo han surgido «nuevos peligros» (aunque sospecho que muchos siempre han estado ahí) o al menos la conciencia ( y hasta terrorismo) de estos, todos los días hay una nueva idea peligrosa y detrás de esta una solución en producto para evitarla o enfrentarla. Seguir leyendo

La importancia de las amigas mujeres

Todas las mujeres somos distintas. Unas crecemos siendo más amigas de los hombres y otras (la mayoría) con más amigas mujeres. En cualquiera de las dos opciones, llega un momento en que te das cuenta la importancia de las amigas mujeres. En este post les cuento porqué las necesito tanto ahora.

la-importancia-de-amigas-mujeresCrecí en un colegio femenino. Tengo una hermana y la mayoría de mis primas son mujeres (tengo 13 primas). Soy muy femenina y siempre me gustó jugar muñecas, barbies y escuelita. Tenía claro desde pequeña que quería ser mamá, casarme a los 24 y tener hijos antes de los 30. Me encantan los papelitos, cinticas, todo lo rosado, las muñecas. Me disfracé de enfermera, hada madrina, caperucita roja y amo las películas de princesas (aún a mis 36). A pesar de todo esto, cuando comencé mi adolescencia y durante la universidad, mis mejores amigos siempre fueron hombres. Seguir leyendo

La sudadera rota

Cada historia con los hijos es una oportunidad para aprender. No solamente ellos son los que aprenden de nosotros sino nosotros de ellos. Ser padres es una oportunidad para cada día ser mejores. Por ellos y para ellos. En esta historia, la sudadera rota les cuento una lección que aprendí con una bobada como un pantalón nuevo que se rompió…

la-sudadera-rotaLa semana pasada le compré a mi hijo una sudadera (el pantalón deportivo) nueva para el uniforme del colegio. No entiendo porque mis hijos siempre rompen sus pantalones en la rodilla derecha y las sudaderas que tenía ya estaban demasiado rotas. El miercoles mis niños salieron para el colegio estrenando sudadera, divinos los dos, a cada uno le había comprado una. Las mamás nos sentimos felices cuando nuestros hijos van bien vestidos, es como si fueramos mejores mamás….
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Mami, acompáñame a dormir.

Muchas veces queremos imponer reglas o forzar a nuestros hijos a que hagan algo porque ya están «en edad» para hacerlo. A veces no nos damos cuenta que detrás de lo que ellos nos piden hay una necesidad oculta. En esta historia de «Mami, acompañame a dormir», les cuento como descubrí que la mejor manera de que mi hijo sea seguro e independiente no es forzándolo. Que a veces ellos nos piden una cosa, pero en realidad están buscando otra. 

mami-acompaname-a-dormirMi hijo Pedro es un pegote de la mamá. Muchos que lo conocen saben que vive con el complejo de Edipo alborotado y hasta le dicen «Edipito» (a espaldas de el obviamente). El vive enamorado de mi y obviamente, yo de el. No pasa un día en que el no se me acerque en repetidas ocasiones, me de un beso, un abrazo, me diga «te amo mami», así, espontáneo. Yo no puedo evitarlo, me derrito. Me derrito al verlo, me derrito con sus abrazos y muestras de amor, quien no. Una de las cosas que más duras me han parecido en la crianza de Pedro ha sido ayudarlo a aprender a desapegarse de mi. Yo entiendo ( y el también) que debe vivir tranquilo sus espacios, que no debe llorar cuando se separa de la mamá y el solito, con una madurez que me sorprende a sus 6 años y medio, lo entiende y lo proporciona: «mami, no me acompañes a la buseta», «mami, no me lleves al colegio porque me quedo llorando». El sabe que cuando se separa de mi pasa feliz, pero ese momento de transición aún le da duro.

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La prudencia que hace, verdaderos sabios…

Llega la época navideña y me acuerdo de esta frase tan conocida y reconocida: La prudencia que hace, verdaderos sabios, que sale en la tan repetida novena, que rezamos cada año y nos terminamos aprendiendo de memoria sin siquiera analizar sus letras. Cuando crecemos empezamos poco a poco a analizar y nos damos cuenta que detrás de muchas de esas frases se esconde mucha sabiduría, como por ejemplo la de esta frase de la prudencia.

prudencia-foto-la-gallina-y-los-pollitos-blogEn nuestra experiencia con la maternidad, somos víctimas de muchos episodios de imprudencia que terminan con nuestra paciencia, cordura y tranquilidad. Todas las madres, en algún momento sufrimos de algunos de ellos, aquí quiero contarles algunos de los más comunes que hacen que a uno se la vuelen, se angustie o quiera matar:

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