¿Dónde está el Niño Jesús?

De las cosas más lindas de la navidad es la ilusión de los niños con la llegada del Niño Jesús o en algunos casos, Santa Claus o Papá Noel. En realidad no importa cual es el personaje pues más allá de si es un bebé o un señor gordo vestido de rojo, lo bonito es lo que representa. Y esa ilusión hermosa de todos los niños, que en un momento llega a cuestionarse y a pensar que no existe. Hay miles de películas que hablan de eso y miles de niños que se preguntan cada día en navidad si creer o no creer. Aquí les cuento la historia de como lo abordé con mi hijo mayor. 

La ilusión del Niño Jesús trayendo los regalos en la noche del 24 es una de las cosas más bonitas y mágicas de la Navidad. Aunque todas las familias tienen costumbres y creencias muy diferentes, la mayoría de los niños tienen esa gran ilusión de que sus regalos soñados lleguen del cielo de manera inexplicable.

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Novena para niños

Me encanta la navidad. Y ahora que soy mamá mucho más. Me parecen hermosas todas las costumbres y no me molesta que Santa haya bajado del hemisferio norte al trópico, ni que pongamos adornos de muñeco de nieve a 25 grados de temperatura y el sol radiante. Me parece que la esencia de la navidad es muy bonita y es una época que nos permite cambiar, ser especiales, agradecer, demostrar a otros que los queremos, cosas que deberíamos hacer durante todo el año y lo olvidamos para recordarlo en esta época.
Dentro de las costumbres de la navidad, me gusta mucho la del pesebre y la novena, que va más con nuestra región y con la religión católica y cuenta la historia del embarazo de la virgen María y el nacimiento del Niño Jesús.
Cuando fui mamá y le empecé a rezar la novena a mis hijos que además repetía como una retaila sin ni siquiera entender que decía, me di cuenta de que estaba escrita en un idioma que no entendían ellos (ni nosotros). Empezando con «Benignísimo Dios de Infinita Caridad», palabras que un niño de 4 o 5 años no ha codificado y terminando con palabras como «concédenos por los méritos infinitos de vuestra encarnación»… Mejor dicho, si no hacía algo, mis hijos se iban a aburrir. Por eso decidí «traducir la novena». Seguir leyendo