Mi cartera es un caos

¿Te has dado cuenta que la cartera de una mujer puede contener un universo de cosas inexploradas? ¿Llevas muchas o pocas cosas en la tuya? ¿Encuentas algo extraño? La mayoría de veces mi cartera es un caos, y yo la miro y me burlo y me sorprendo de que a veces sea un reflejo de mi vida. ¿Cómo es la tuya?

Mi cartera es un caos. Si tu la abres en este momento podrás encontrar cualquier cantidad de cosas inimaginables. Pareciera un portal a la tierra de Narnia o la maleta mágica de Harry Potter que puede contener un mundo infinito de posibilidades.

Mi esposo dice que mi cartera es el triángulo de las bermudas y aunque me hago la brava cuando lo dice, en el fondo se que es verdad. A veces me parece que mi cartera es un reflejo de lo que pasa en mi cerebro.

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Afuera de mi zona de confort.

Tan rico estar en la zona de confort. Es como estar en una balsa bonita, por un río tranquilo, viendo un paisaje hermoso, sin frío, sin calor, en un colchón suave y con cobijita. En la zona de confort uno pasa delicioso, no se preocupa, todo es bueno, cómodo, y además, nada pasa. Cuando estás en la zona de confort tu vida sigue como cuando vas en esa balsa, igual. Esto quiere decir que como nada pasa en este lugar, todo pasa cuando te sales de esta zona. Todo es lo difícil y también lo extraordinario. La magia, los retos, la satisfacción, los regalos de la vida.
Ultimamente he tenido la oportunidad de vivir experiencias que me sacan de la zona de confort, de hecho la maternidad es una de las situaciones que más te halan a salir de ahí. Este fin de semana tuvimos una experiencia de estas, en un sitio muy alejado a mi vida cotidiana y muy diferente en todo sentido. A manera de chiste al llegar allí dije: «Este es el sitio más alejado que he estado de mi zona de confort» y no imaginé que mis palabras tuvieran tanto poder y que definieran tan claramente la realidad que iba a experimentar. Seguir leyendo

Los pollitos lejos de mis alas.

La semana pasada, mi hijo Pedro, que se ha distinguido por su apego exagerado a la mamá llegó con una carta del colegio que decía: «Mami, me gusta estar kontigo, pero me gusta más esar en el colegio». Yo la vi y un lado de mi corazón se arrugó un poquito y el otro lado se hinchó. Y comprendí que esto de la dualidad hace parte de nuestro día a día de ser mamás. «Que rico que se quede feliz en el colegio, que esté tranquilo, que disfrute y que no sufra, me encanta y me alegra cantidades saber que cuando no está conmigo está feliz», pensó mi lado maduro y evolucionado. «Que dolor que prefiera otro lugar sin mí a estar conmigo», pensó mi lado egoísta, inmaduro e irracional. En toda esta situación comprendí que el tiempo en que mis hijos eran míos, sólo míos está pasando. Ahora están alistandose para su vida, su mundo, sus espacios, sus experiencias. Seguir leyendo

La vida te da sorpresas…

«La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida….»  dice un refrán y también la pusieron en una canción y es la verdad.
…Hace varios años tuve una estudiante en una clase que dicté en la universidad, era de mi edad y tenía un hijo de la edad de mi hijo… luego me la encontré en clase de música, con su hijo y yo con el mio, que coincidencia… luego resultó que entraron al mismo colegio y hoy están en el mismo salón y son de los mejores amigos. Y la mamá?, una de mis amigas más cercanas, por no decir la más. Coincidencia?

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Saltar en charquitos

Ser niño es maravilloso. Y lo más maravilloso es el descubrimiento diario de tantas cosas que para un adulto serían aburridas, poco interesantes o impensables. Esta tarde fui a recoger a mi hijo al colegio y lo encontré muy entretenido jugando en el parque. Estaba tan concentrado en un charquito que había que no se dio cuenta que yo había llegado. Quise ver que era lo que estaba haciendo y decidí hacerle un video. El video es hermoso porque mi pequeño con una concentración absoluta busca como acercarse al charco, con los movimientos cuidadosamente calculados, disfrutando de esa sensación que combinaba la diversión, la curiosidad y esa línea entre lo que se puede hacer y lo que no.

Observar esa escena que para mí fue hermosa, me puso a pensar en lo que los adultos dejamos de un lado, la capacidad de asombro, de disfrutar lo simple, de ensuciarnos sin preocupación. Me doy cuenta que mis hijos son maestros que me recuerdan que no puedo perder eso, que hay que mirar los pájaros, que no me puede importar si me mojo, si me despeino o si algo se ensucia. La vida es para disfrutarla, para mojarse y para saltar en los charcos!

Tuvimos hijos, nuestra vida cambió, entiendanlo!!

En nuestra sociedad, lo más común es que las parejas se casen alrededor de los 30 años (o hasta un poco más), luego a los 4 o 5 años, tienen hijos, y de los 35 a los 40 digamos que viven sus años «duros» del cuidado de los bebes. En nuestro caso, somos la excepción a la regla, pues nos casamos a los 25 y tuvimos hijos a los 28… Por lo tanto, dentro de nuestro circulo de amigos, somos los primeros que tuvieron hijos, casi los unicos, lo cual ha sido un poco dificil de manejar, pues algunas personas no entienden como es ahora la logistica de una familia, con dos bebes, cuando para ellos todo sigue siendo igual, para nosotros NO. Algunos puntos importantes:

– No nos gusta salir a comer a restaurantes o sitios públicos, especialmente a los que no hay un espacio para niños. Tenemos un niño de 2 años que no se queda quieto y un bebe de 6 meses que hay que atender, no nos podemos sentar a «conversar» y encadenar a nuestros hijos a una silla, sin tener en cuenta la molestia que es para las demas personas del restaurante un niño corriendo y gritando alrededor

– Las visitas deben ser cortas. Pueden llegar a la casa entre 5 y 6 pm y esperamos que a las 9 pm ya se hayan ido. Nuestra atención será temporal pues debemos estar pendientes de los chicos.

– Las salidas a cumpleaños o a rumbear, especialmente en las noches son restringidas, por no decir que han desaparecido para siempre. Si salimos tiene que ser una gran ocasión y a las 11 pm ya estaremos muertos del sueño y con ganas de irnos.

– Los temas que mas nos interesan son los relacionados con los niños: pediatra, pañales, colegios, guarderías, etc. Los demás temas han pasado a un segundo plano.

En general lo mas importante es entender que tuvimos hijos, que nuestra vida no es (Y NUNCA SERA) la misma que antes, mas bien apúrense, tengan los suyos y sentemonos a hablar de los mismos temas!