Agradecimiento.

Hace poco vi en las redes sociales un video de una investigación que mostró que las personas agradecidas eran más felices (http://youtu.be/QMpJcABHmgE), me gustó mucho porque yo ya «sospechaba» que por ahí también iba algo de eso que llaman felicidad y que muchos tratan de hacernos creer que lo encuentras en una gaseosa, en un paquete de galletas o en unos zapatos nuevos.  Luego me sucedió otra experiencia muy bonita, estuve en la última semana de colegio de mi hijo y presencié un homenaje muy sencillo que le hicieron los niños del salón a los empleados que ayudan con el mantenimiento de la zona en la que ellos están, las personas que limpian, arreglan el jardín, llevan los implementos de aseo, etc. Me pareció hermoso, las profesoras compraron unos regalos muy lindos y los niños se los entregaron a estas personas que les ayudan.

Últimamente he pensado mucho y me he sentido muy afortunada por las cosas que suceden cada día en la vida. He tratado de enseñar a mis hijos cada día que piensen algo que quieren agradecer que les pasó ese día. Pueden ser cosas sencillas como «estuve con un amigo, comí un helado, no llovió» y me encanta que ellos empiecen a apreciar de manera positiva esas cosas que son simples y pasan desapercibidas. Constantemente cuando estoy sola y puedo pensar me siento bendecida por las cosas que pasan en mi vida, por mi familia, que es hermosa, mis hijos, mi esposo, por mis papás, mi hermana, mi sobrino y hasta mi cuñado que es muy especial. Por la cantidad de primas y primos que tengo, que a todos los adoro y admiro y me encanta ver como crecen y van brillando cada uno en la vida. Por mis tíos, tías, abuelos y abuelas, tan lindas, tan especiales, una aquí y la otra en el cielo, que siempre me acompaña. Por mis amigos y amigas, los de la vida, las del colegio que crecí con ellas y quiero tanto y mis «nuevas mejores amigas» que son hermosas, me siento como marrano estrenando lazo con ellas, me gustaría que vivieramos pegadas, casi que recuperando el tiempo que no hemos vivido juntas… jeje. Por tener la oportunidad de ver crecer a mis hijos, de pasar tiempo con ellos, que ha sido una decisión que algunas veces nos hace vivir apretados pero que la satisfacción es gigante. Por las personas que me han acompañado en el crecimiento de ellos, la niñera, los médicos, la pediatra, y las profesoras. He tenido la GRAN fortuna de tener unas profesoras maravillosas que nos han acompañado en el proceso de la entrada a la guardería y al colegio, pasos TAN importantes en la vida de ellos (y nuestra) que digamos que son determinantes y se quedarán para siempre en nuestra mente y corazón. Cuando pienso en todo esto me siento bendecida y feliz. Y sobretodo, agradecida con Dios, o como cada uno lo quiera llamar, pues de ahí viene todo.

Pienso que siendo agradecida y apreciando estas cosas, el universo me seguirá mandando muchas más cosas positivas. Sé que algunos momentos pueden no ser tan felices, a veces suceden cosas que no entendemos porque nos pasan, a veces tenemos momentos dificiles o cosas que no nos gustan. Pero también se que todos tienen cosas buenas en su vida, por pequeñas que sean que pueden hacer que uno se sienta feliz. No hay que tener mucho dinero, muchas cosas materiales, carros, fincas, juguetes o pares de zapatos. Porque la clave es como te sientes respecto a lo que tienes y además las cosas felices por lo general no son las cosas materiales sino cosas que vienen del corazón.

Thankful2

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