Se acerca la entrada al colegio y empieza la ansiedad para saber en que salón quedaron nuestros hijos. Todas las mamás empezamos a averiguar por las profes, cual es querida, cual es brava, cual es más exigente, cual es seria, etc y se vuelve casi monotemático, este tema con frases como «ya averigüé cuales son las bravas, esta estuvo con mi sobrina y es muy querida, tal otra es adorada, conoces a tal…?» y se empieza a generar cierta ansiedad que inunda a las mamás (a unas más que a otras, yo soy de esas unas) para saber con quien estará cada hijo durante t o d o el año escolar. En el momento en que se publica en que grupo quedaron los niños, los chats de mamás empiezan a pitar como locos diciendo con quien quedó cada niño y las mamás parecemos locas desesperadas (literal) por meternos a averiguar en que salón quedó. Al parecer en este momento el tema de la profesora pasa a un segundo plano y lo primero es saber con que amigos quedó. Nos da duro cuando los niños quedan con pocos o ningún amigo y nos alegramos cuando quedan con sus amigos. Pero dentro de todo, lo mejor es quedar con mamás queridas, así los niños no sean amigos. Y sí, es que un año escolar es muy largo y vamos a vivir muchas experiencias, paseos, actividades, eventos, y uno siempre quisiera tener una mamá amiga, una que sea del mismo estilo, con quien pueda sentarse a conversar, con quien uno se sienta tranquila y acompañada. Entonces después de la profe y los amigos, terminamos es fijándonos con qué mamás quedamos en el salón, llamamos a otra y le decimos: «nos tocó juntas!!» como si fueramos nosotros las que vamos a estudiar, y termina sin importarnos si los niños van a ser amigos o conseguirán unos nuevos, porque lo importante es que nosotros QUEDAMOS JUNTAS 🙂 …. Y yo estoy feliz, porque este año me tocó con varias de las que me gustan!!!!
Excelente!!! Describes muy bien los sentimientos que manifiestas cada que hay cambio de año escolar. Besos
Hola te invito a seguir mi blog http://ladelibroabierto.wordpress.com/2014/08/19/el-cosmos-juega-conmigo-y-yo-le-echo-la-culpa-a-la-universidad/