Empaques bonitos, creativos y diferentes

Cuando empecé a ser mamá y un poco después empezó el voleo de las piñatas, me di cuenta de que estas iban a ser parte importante del presupuesto de nuestro hogar. Una de la cosas que me pareció costosa e inútil fue el papel de regalo. Un pliego de papel de regalo cuesta mínimo $2.500 y es algo que esta hecho para romperse. Además uno siempre tiene que salir a buscar uno a una tienda, lo cual quita tiempo y se arrugan con facilidad. No es que tenga algo en contra de los papeles de regalo, son divinos y si pudiera los compraba todos y nunca los usaría pues soy adicta a guardar papelitos, cinticas, stickers, etc. Pero buscando ahorrar un poco de dinero y tiempo y además usar mi creatividad para hacer empaques diferentes y novedosos, decidí comprar un rollo de papel craft y hacer mis propios empaques.

Para hacer los empaques busqué usar papeles de colores, cintas, botones, marcadores y diferentes materiales y hasta he cosido los regalos en la máquina de coser para que sea algo diferente.

Aquí les comparto algunos de los empaques que he hecho para los cumpleaños o para celebraciones…

Empaques1

Como ven, es muy fácil con un papel craft hacer un empaque novedoso y bonito, además lo hago con todo el gusto y el amor, ese que entrego con el regalo a la persona a la que se lo damos… algunas ideas las tomé de Pinterest en mi perfil de empaques https://www.pinterest.com/natymesah/empaques/

Que haríamos sin Pinterest….

 

A las 8 me convierto en Hulk

Muchas personas que me conocen saben que soy muy estricta con el horario de sueño de los niños (estoy segura que muchos piensan que es exagerado) y decidí serlo desde que me di cuenta que mis hijos se comportan de manera muy diferente cuando han dormido bien a cuando no. Se vuelven intolerantes, irritables, necios, peliones, llorones, algo insoportables al día siguiente y, para la paz y armonia del hogar, es algo que se vuelve un poco dificil de tolerar. Y es que el ejercicio de la paciencia es una de las actividades que más me ha tocado en este día a día de ser mamá. Porque a los niños les encanta retarte, medirte el aceite, sacarte la rabia, ver hasta donde toleramos, llevarnos al límite. Y me ha costado mucho, gritos, ofuscaciones, y actitudes que casi nunca ayudan y que uno termina muy triste y agotado y lo peor es que les da un mal ejemplo a los hijos de como no se debería reaccionar ante un momento de estrés. Por eso, día a día ejercito la paciencia. Pero como las mamás tenemos tantos trabajos y labores, pues obviamente terminamos muuuy cansadas y la paciencia se va agotando como si fuera una pila del celular y cuando llega la noche empiezo a cansarme y mis hijos ya saben porque un día les dije, «acuéstense rápido porque a las 8 me convierto en Hulk» y hasta les hice la dramatización de como me convertía, jaja…. Y sonó muy charro, pero quería decirles, en su lenguaje, que la mamá también es humana, también se cansa y también tiene un límite. Muchas veces cuando están muy necios y estoy cansada les digo: «niños se me va a acabar la paciencia…» y ellos ya entienden que estoy a punto de convertirme en Hulk y cambian su comportamiento. Esto me ha ayudado mucho a no perder el control, a comunicar lo que siento y que ellos aprendan a que cuando uno siente algo lo dice. Por lo general mi pila de paciencia maternal se acaba alrededor de las 8 pm. Y esa es otra razón por la que mis hijos a esa hora ya están dormidos. Porque me queda un tiempo para mi, para descansar, para estar con mi esposo, para comer tranquila, para relajarme. Y finalmente acostarme a dormir para volver a recargar la pila de la paciencia, porque yo también necesito dormir bien para estar feliz 🙂

cruella

La llegada del Ratón Perez…

Cada etapa de los hijos es maravillosa. Y las primeras veces son muy emocionantes. Y en está casa llegó el Ratón Perez de manera sorpresiva después de que mi hijo Emilio cumplió 6.

Un día yo estaba en una piñata con mi otro pequeño y mis papás iban a recoger a Emilio en el colegio para pasar la tarde con el. Me llamó mi mamá y pasó Emilio diciendo muy emocionado: «Mami, tengo un diente flojo!!!», yo no veia la hora de verlo y esa noche vi que el diente estaba demasiado flojo.

Le puse una nota a la profe diciendo que si se caía el diente me avisara, pues era mi primer diente… pero pensé que eso iba a suceder varios días después… pues no, el diente se cayó al día siguiente, en el colegio (o sea, me lo perdí 😦 ), mejor dicho, no se le cayó sino que como el dice muy orgulloso: «No se me cayó, yo me lo arranqué!!». A las 9 am recibí un email de la profe con una foto del muchachito mueco y el resto del día no tuve concentración, no me importó nada y no quería sino ver a mi muequito.

Y es que cuando eres mamá, emocionan más las cosas de ellos que las de uno mismo.

Ese día recogí a Emilio en el colegio, fue el suceso del día en su salón, tenía tarjetas y un pequeño ratón de regalo que le dieron en el colegio con el diente adentro. Pasó la tarde y ahora llegaba la hora del Ratón Perez…

Entonces, Emilio le escribió una carta…

Captura de pantalla 2015-01-29 a las 10.43.13 a.m.

Y mi tía, que es una gran mamá me hizo una súper sugerencia: Centrarme en la experiencia del Ratón Perez y no en el regalo, por lo tanto, pensando en el ratón, además del diente y la carta le dejamos en un platico un poco de galletas y lechita. El ratón se comió las galletas y dejó unas harinitas y además dejó unas huellitas por la pared (arena de una mata hecha con los dedos).

Raton

Por la mañana Emilio encontró su billete que le dejó el ratón y fue muy emocionante, pero más emocionante ver que se comió la galleta y dejó huellas y así, lo más importante fue la visita del ratón por su diente, más que el regalo o el dinero.

No se cuando vaya a ser el siguiente diente, por ahora no hay ninguno flojo, pero pienso tal vez que el Ratón pueda responderle su carta cuando venga por el otro diente y ya hicimos un estuchito para dejarle los dientes al ratón. Muy divertido y emocionante estas primeras veces !!!

 

Auxilio!! Tenemos piojos!!

Cuando era pequeña recuerdo que alguna vez me dio piojos en el colegio. Mis papás me echaban varios productos y se sentaban a sacarnos piojos con una peinillita a mi hermanita y a mi. Recuerdo también la pegajosa canción de «Cruz azul azul azul… y adiós piojos!!!» del comercial del shampoo para piojos. Hasta ahora esos habían sido mis últimos encuentros cercanos con estos bichos.

Sí recibí varios correos o circulares de la guardería y del colegio diciendo que habían niños con piojos, que revisáramos a los niños pero pensaba que eso le daba más a las niñas, a algunos niños muy «dulces» y yo si les miraba de vez en cuando, pero la verdad a los mios nunca les dio. Hasta ayer.

Y pues sucedió al parecer que el fin de semana estuvimos en contacto con varios niños y que ahí los agarramos. Lean bien, LOS agarramos. Porque cuando eres mamá, uno de los riesgos que corres es que te peguen unos piojos, y así me pasó…
A mi me empezó a rascar la cabeza pero yo creía que era sugestión. Porque ya sabía que alguien con quien estuvimos el fin de semana tenía piojos y cuando uno oye la palabra piojo es como cuando te dicen que te van a sacar una muela o sangre y te empieza a doler el estómago del susto, con los piojos, uno escucha la palabra e inmediatamente le empieza a picar la cabeza. A quien no le ha sucedido? Pues bueno que como que me rascaba y yo que me acuesto en la noche con mis hijos y todos los pelos con todos los pelos, terminamos los 4 con piojos, no se quien se los pegó a quien pero nos dieron a todos. Después de mis sospechas, lo comprobé porque mi hijo menor se estaba rascando y mire su cabeza y lo vi. Casi me desmayo pero respiré profundo. Y es que resulta que el tema del piojo es como algo de lo que a la gente no le gusta hablar. Da pena y pareciera que uno fuera desaseado o descuidado. Y yo les digo que yo no soy ni lo uno ni lo otro y me dieron. Por eso lo quiero compartir, porque es normal, parte de ser mamá y a cualquiera le puede suceder. Listo, tenemos piojos, ahora que hacemos?

Me recIMG_4421omendaron un tratamiento muy bueno que se llama Lice Free. Es un producto elaborado en Colombia que no contiene tóxicos. Se consigue en la farmacia Linea Vital. Lo pedí a domicilio. El producto es como un aceite o glicerina que ahoga a los piojos. Los asfixia, no tiene químicos, no huele a nada y no tiene color. Se lo eché a los niños y obviamente a mi y a mi esposo. Se deja actuar por 30 minutos y con la peinilla para piojos uno empieza a sacar y empiezan a salir. Tienen una página web donde explican muy bien como actúan estos bichitos (www.libredepiojos.com) y chat en vivo para resolver dudas. Y ahi fue con todo este tratamiento que sacamos a varios habitantes de nuestras cabezas y finalmente quedamos sin ellos.

 

La historia de todos modos me tiene un poco traumatizada. Quise compartirla porque ya me rio de ella. Porque quiero recomendar el producto y que las que todavia no han tenido piojos y piensen que es de gente cochina, pues que esten pendientes que no se les vayan a pegar, pues asi sean muy limpiecitas el piojo llega a cualquiera. Estar constantemente chequeando a los hijos y entender que pasa hasta en las mejores familas, jajaja!!!

 

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Quien dijo que los hombres no lloran…

Como lo he mencionado en otros post soy llorona profesional desde que nací. No me da pena decir que lloro por todo, sobre todo cuando me emociono por algo feliz. Con lo que he aprendido en la vida y experimentado en carne propia, me he dado cuenta de que es sano sacar las emociones de dentro del cuerpo, para que uno pueda sentirse tranquilo y seguir con la vida después de momentos dificiles o de tensión. Me gustaría enseñarle a mis hijos que es sano expresar lo que uno siente (de manera adecuada obviamente) y que puedan tener un buen manejo de sus emociones en la vida. Pienso que las emociones guardadas o reprimidas lo único que hacen es daño y ese daño luego se ve reflejado en enfermedades físicas o emocionales. Por eso no estoy de acuerdo y hasta me parece absurdo que uno quiera expresar una emoción y las tenga que guardar dentro de su cuerpo porque la sociedad dice que eso no se ve bien.

En nuestra sociedad se escucha constantemente a personas decir «Los hombres no lloran» y yo personalmente no estoy de acuerdo en que los hombres no puedan llorar. Me parece ridículo que un hombre tenga que guardarse lo que siente, tristeza, rabia, dolor, alegría, porque por el solo hecho de ser hombre se vea feo que de sos ojos salgan un par de lágrimas. Es como si fueran de piedra y no pudieran sentir emociones. Pues para mi los hombres y las mujeres sentimos las mismas emociones, tal vez de manera diferente o por causas distintas, pero los hombres tienen el mismo derecho a emocionarse y a expresarlo de la manera que quieran.

Personalmente nunca le he dicho a mis hijos «Los hombres no lloran» y no pienso decirles eso nunca. Quiero que aprendan a expresar lo que sienten y a canalizar sus emociones de la manera que ellos sientan que debe ser, y si es llorando pues que así sea. Me parece más varón un hombre que se atreve a llorar y me conmueve y alegra cuando veo que sucede. Porque muestran su humanidad, su corazón y su alma.

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Las cosas que nos alegran a los papás…

Esto de la maternidad/paternidad es maravilloso, yo todos los días me sorprendo. Cada día estoy más rodeada de personas que estan viviendo esta experiencia tan bonita y puedo vivir o escuchar sus historias, sensaciones, emociones. Y una de las cosas que más me gusta de este mundo de ser padres es la capacidad de alegrarnos con cosas súper simples. Y es que los adultos decimos que los niños son hermosos porque todo el tiempo se sorprenden y nos enseñan a volver a sorprendernos con cosas tan simples como un ave en el cielo, un sonido de la naturaleza, un ruido extraño, el movimiento de las ramas de los árboles con el viento. Pero lo que no nos damos cuenta es que esa capacidad de sorpresa es contagiosa y terminamos nosotros los papás llenandonos de emoción por cosas tan simples que antes ni imaginamos que importaran. Que salió un diente, que sonrió por primera vez, que dijo , que me dio un abrazo, que dio un pasito, que dio otro más, que comió sopa, que cogió el tetero solo, que pudo soplar la vela de su primer cumpleaños, que sabe una canción, que pudo escribir su nombre, que se le cayó un diente, que montó en bicicleta. Cualquier cosa, mientras más pequeña y más insignificante para el resto de la humanidad sea, más importante es para nosotros y nos llena por completo el corazón. Cada papá o mamá tiene su historia para contar o su foto para publicar. Y nos llena de orgullo como si fuera el gol de James o la llegada del hombre a la luna. Y ahora somos nosotros los que nos sorprendemos, los que nos maravillamos y los que nos llenamos de emoción con las cosas simples de la vida. Un regalo de nuestros hijos, poder abrir los ojos y ser feliz con lo simple. Y todo esto lo escribo porque hoy mi sobrino aprendió a chupar liquido a través de un pitillo y estoy feliz. Y sus papás más.

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Los beneficios del colecho….. para la mamá

Colecho o no colecho….?? Es un tema muy debatido. Para los que no saben que es, el colecho es la acción de dormir con los hijos en la misma cama. Hay muchas posiciones sobre este tema y la mayoría son radicales, o sea, es «súper bueno» o es «súper malo». Cada posición tiene sus argumentos y realmente creo que ambos tienen la razón.
Los que son pro-colecho se apoyan en la seguridad del bebe al dormir junto a la madre, a que ambos pueden descansar mejor, a que ayuda al vínculo de los hijos con los padres y hasta dicen que es más «natural» (todos los animales duermen con sus hijos). Grandes entidades como por ejemplo la UNICEF lo recomiendan.
Los que son anti-colecho argumentan basados en que los niños necesitan independencia y los padres privacidad. Los padres duermen mal porque los niños se mueven mucho y puede ser peligroso para los niños (que un papá lo estripe o algo así).

La realidad es que la elección del colecho o no-colecho es una decisión muy personal de cada familia. Algo así como la elección del colegio o por quien voy a votar. Hay papás que sacar a sus hijos del cuarto a los tres meses y hay parejas que a los 6 años los hijos no han salido de sus camas. Todos estos niños son completamente normales, no he visto diferencias radicales entre un niño que duerme en su cuarto o con sus papás.
En mi familia, somos más tranquilos con el tema (no tenemos posiciones radicales). Nos gusta que los niños tengan su cama y se duerman en ella, pero nos encanta que lleguen en medio de la noche o en la madrugada y se metan en el medio. Personalmente con mi hijo menor, fue muy difícil que durmiera en su cama, pues lo alimenté 8 meses y fue super cómodo que el se quedara en mi cama entre una toma y otra, así yo podía dormir muy bien y estar al otro día descansada y feliz. Claro que luego sacarlo fue un proceso lento y de mucha paciencia. Se acostumbró (y me acostumbré) y dormir pegados, como un perrito pequeño duerme pegado de su madre y luego del proceso de sacarlo, me di cuenta que a la que le hacía falta el colecho era a mí.  Ahora sucede que me acuesto y no puedo dormirme porque no siento el calorcito y el olorcito de cualquiera de mis hijos junto a mi. A veces cuando no logro dormirme me acuesto un ratico junto a ellos (en sus camas) y cuando ya estoy quedandome dormida me paso para mi cama. Algunas veces mis hijos me llaman por las noches o tienen pesadillas y me paso para sus camas, a acompañarlos y me quedo profundamente dormida junto a ellos. Sucede que casi ni recuerdo cuando me pasé y amanezco en la cama de ellos. Duermo más incómoda pero feliz. Por eso, apoyo el colecho, me encanta dormir con mis hijos, me encanta como huelen cuando están dormidos, me encanta poder sentirlos cerca, darles muchos muchos besos y ver su sonrisa en la mañana cuando se despiertan y ven que están junto a mi. Por eso, mucho se ha hablado sobre las ventajas o desventajas del colecho para los hijos, pero no se ha hablado que una mamá cuando duerme junto a sus hijos se siente tranquila y feliz, se recarga en amor, hasta se le van las preocupaciones, porque el amor espanta los miedos, el estrés, cualquier cosa que no deje dormir. Pienso en el momento en que mis hijos tal vez ya no quieran pasarse por las noches y dormir junto a mi, y cuando me doy cuenta de que el tiempo pasa tan rápido, los recibo con los brazos abiertos en mi cama y los lleno de besos durante toda la noche.

 

Libros que me hacen llorar

Confieso que soy súper llorona. Desde chiquita, sino me creen pregúntenle a mi mamá. O a cualquiera de mi familia… es algo con lo que vengo de fábrica. Y confieso que no me molesta ser llorona. Sobre todo cuando la mayoría de veces que lloro es por algo chévere. Y muchos se reirían de mí, porque lloro con muchas películas, sobre todo las de Disney o Winnie Pooh, así me la este viendo por octava vez. Lloro con todos los comerciales emocionantes, lloro con los videos de superación personal, y con los de maternidad sí que lloro (no importa si es la primera vez o si ya me lo he visto 20 veces)…Lloro en la entrega de notas, en el primer y último día de colegio, y todo lo que me emociona mucho me hace llorar.

Y con los libros no me quedo atrás. También debo decir que los libros me fascinan. Desde que aprendí a leer no hay un mejor regalo que un libro y lugar que me encante tanto como una librería.

Hace un tiempo me recomendaron unos libros y he ido comprando para mis hijos pues me encanta leerles y que ellos aprendan a amar la lectura. Y dentro de esos libros hay unos que siempre me hacen llorar.

Los dos primeros son unos clásicos de la literatura americana, «Adivina cuanto te quiero» (Guess how much i love you – Sam Mc Bratney) del que sale la famosa frase: «Te quiero hasta la luna y de vuelta» (I love you to the moon and back) que está plasmada en cuadros, en cuartos y en muchas partes sobre todo en Norte América. El libro es hermoso y SIEMPRE que lo leo no puedo evitar que se me corte la voz. Mis hijos ya lo saben y yo les digo: «Niños, voy a llorar» y ellos me abrazan o se ríen de mi (o uno me abraza y el otro se ríe).

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El otro que me hace llorar igual se llama «Siempre te querré», adaptado del libro «Love you forever» en inglés de Robert Munsch. También es divino. Tiene una frase hermosa «Siempre te amaré, siempre te querré, mientras en mí haya vida, siempre serás mi bebe» que se repite todo el libro. Me encanta y lloro.

En la colección Buenas Noches también hay unos libros hermosos, y he llorado con varios, pero los que más me conmueven son los de mamás. Estos nos los regalaron hace poco y me parecen divinos. A mis hijos tambiés les gusta y se rien cuando les digo «voy a llorar». Les explico que lloro porque las historias son hermosas, cargadas de amor. Se llaman «Mi mamá es mágica» (que dice toda la verdad) y «Choco encuentra una mamá», que habla del amor de una mamá, que va más allá de que el hijo venga de ella o sea diferente.

Y me encanta, que por medio de los cuentos alguien haya tratado de expresar la dimensión del amor de un papá o de una mamá hacia un hijo, en palabras fáciles para que los niños entiendan, o por lo menos traten de dimensionar una pequeña parte de este gran amor.

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