La alimentación, dolor de cabeza para todos los papás

Hoy quiero escribir sobre un tema que para muchos papás es motivo de desvelo, la alimentación. A lo largo de mi corta experiencia como mamá, he leído y he preguntado mucho sobre este tema. También he analizado los habitos de muchos niños que veo en los lugares a los que asisten mis hijos y quiero contarles lo que pienso.Cuando mi hijo mayor estaba muy pequeño tuve la oportunidad de hablar con un pediatra muy experto, de esos de toda la vida (fue mi pediatra 🙂 ) y me dijo algo que me impactó mucho: «El Objetivo de la alimentación de los bebes, es llegar a que los niños puedan sentarse en la mesa y comer lo mismo que los adultos», o sea, que cuando tu hijo pueda, debería poder sentarse en la mesa con toda la familia y pueda comer lo mismo que comen todos… What???  Pues si, que coma lo mismo que comes tú!

Bueno, pues resulta que hoy en día, los niños solamente comen lo que ellos quieren, y por sus malas costumbres alimenticias, lo que ellos quieren se limita a papitas, salchicha, nuggets de pollo y arroz. Esta amplia dieta obviamente no les alimenta, y como todos sabemos, los niños deben alimentarse bien para crecer, aprender, ser sanos y  felices…

Entonces, a que se debe esta falta de buenas costumbres alimenticias en los niños? Por lo que he podido analizar, hay dos factores que ayudan a que los niños coman mal:

1. EL TETERO: Los niños deben tomar tetero cuando son recien nacidos, porque su organismo supuestamente no tolera otros alimentos, porque no tienen dientes o encías fuertes que les permitan rasgar y masticar bien y mientras empiezan con su dieta complementaria… Pero luego de que los niños comen de todo, las 3 comidas al día, tienen dientes, pueden ingerir todo tipo de alimentos, NO TIENEN PORQUE TOMAR TETERO…. Cuando un niño puede comer sus 3 comidas al día, quitele el tetero. No conozco ningún adulto que se levante a las 4 de la mañana desesperado por un vaso de leche para poder seguir durmiendo, o que en vez de comerse su almuerzo o su comida, se tome un vaso de leche (a no ser que siga una dieta especial para adelgazar o algo así). En general la mayoría de los adultos comemos en la noche a las 7, 8 o al a hora que sea, y luego nos dormimos hasta el otro día…. además, no reemplazamos nuestras comidas básicas por un vaso de leche. El habito del tetero les impide dormir bien en la noche, les impide aprender a masticar, a tragar bien los alimentos, y sin mencionar todos los factores odontológicos que muestran que afecta a los pequeños…  He hablado o me han contado de MUCHOS niños que a los 2, 3, 4, 5 o 6 años todavía toman tetero. El tetero los embucha, les quita el hambre temporalmente, pero no los alimenta, un niño necesita una dieta balanceada. Cuando escucho mamás o niñeras quejarse que su hijo no come, lo primero que pregunto es: Toma tetero? Y siempre la respuesta es: Si.

2. UNA DIETA DIFERENTE: Digamos que para un papá o mamá es muy cómodo darle al niño lo que a el siempre le gusta, claro, es súper fácil porque se lo come todo, no hay que peliar, amenazar, obligar, rogar, jugar, etc. Pero es importante que los niños tenga una rutina clara y fija y que además pruebe cosas nuevas de vez en cuando, porque como me dijo aquel pediatra, los niños deberían sentarse en la mesa y comer lo mismo que come el adulto. Por lo tanto, una vez el pediatra autoriza que el niño puede comer un alimento determinado, es importante que se le de la oportunidad de probar y tratar de que el niño coma de todo, o por lo menos que pruebe y acepte la gran mayoría de los alimentos. Se que es muy dificil hacerlos probar, lo he vivido en carne propia (odio probar y mi hijo mayor es igual a mi), pero los papás deberían hacer un gran esfuerzo y buscar recursos para que los niños prueben y además se acostumbren a los diferentes sabores. Esto no se logra ni en la primera ni en la segunda, y tal vez ni en la 3ra o 4ta sentada. Hay que acompañar, insistir, motivar a los niños para que lo hagan. Por favor, NO LES HAGAN UNA DIETA ESPECIAL a los niños cuando ellos pueden comer lo mismo que un adulto. No hablo de extremos y tampoco pienso que se les tiene que obligar a comer cosas muy fuertes, aceitunas, alcaparras, cebollas, etc. Se pueden adaptar un poco los platos, pero que el niño vea que debe comer lo mismo que el adulto, que no se siguen sus caprichos sino que esa es la comida de la casa y eso es lo que comen todos.

Por último, me gustaría insistir en la importancia de una dieta lo más natural posible. Los embutidos, jugos de caja, dulces, etc no aportan nada para el crecimiento y la salud de los niños. En lo que más pueda, prepare alimentos en casa, y proporcione a sus hijos una dieta natural. El ejemplo también es súper importante, o sea, a modificar la dieta o evitar delante de los niños las cosas que son más nocivas. Como les decía, para mi no es fácil probar o comer algunas cosas, pero me ha tocado aprender y hasta he probado junto con ellos cosas nuevas, y lo mejor, es que me han gustado… Hay que hacer un esfuerzo para que los hijos coman bien. No es bueno, no es cómodo, no es agradable, pero la salud de nuestros hijos depende de ello y una mala alimentación tiene muchas malas consecuencias en su vida… es importante.

Mi sensibilidad con los informes escolares…

Bueno, ahora resulta que ya tengo dos niños en edad pre-escolar que van a la guardería, y como todos los finales de semestre se acerca el momento de la entrega del informe escolar…. Es una de esas cosas extrañas que te suceden cuando eres papá o mamá y es el extraño y exagerado orgullo que sientes cuando te dicen que tu hijo sabe o no sabe hacer algo (a esta edad resulta hermoso y tierno tanto saber o no saber algo). Bueno en mi caso, no me falta sino tomar antidepresivos antes de ir al jardín infantil, porque desde que la profesora dice: XXXXX es un niño…. empiezo a chocolatiar. Aunque no haya dicho sino que mi hijo es un niño, cosa que ya se, mi corazón comienza a derretirse.  Bueno, y para colmo de males, este semestre, sucedió dos veces… porque ahora tengo dos hijos en el jardín. Y resulta que la profesora del pequeño, es tan especial, que me provoca traerla a vivir a mi casa, no puede del amor por el y es igualmente correspondida, pues para Pedro su nombre es como una letanía, y a todos nos puso su apellido en la casa… Entonces pueden imaginar mi corazón totalmente arrugado mientras ella nos leía su informe, muy hermoso y con grandes progresos en su proceso de adaptación, página por página para finalizar con una nota de la profesora que no pudo acabar porque se ahogó en llanto…. Me provocaba llorar a cántaros… Luego sigue el informe de Emilio, un niño muy juicioso, que ha aprendido a manejar sus emociones y muchas tantas cosas más… Mi corazón se arrugó una vez más para finalizar hinchándose de orgullo por mis pequeños. Hablando con otras mamás he visto que sucede casi lo mismo. No se hasta que punto su sensibilidad provoque algunas lágrimas, pero la emoción y el orgullo cuando te dicen que tu hijo salta, trepa, corre, recorta, colorea o monta en bicicleta, es inmenso…

No se que va a pasar cuando lleguemos al colegio, será que los informes de matemáticas o fisica me harán llorar? Yo espero que si.

Fiesta Pirata de Emilio

Hace casi dos meses no escribía en mi blog. Estuve muy ocupada en mis trabajos y con un mega evento que sucedió en mi casa: La Piñata de los 4 años de Emilio. Fue algo que preparamos con mucho tiempo y amor. Desde mitad del año Emilio eligió el tema: piratas, y desde ese momento no dejó de pensar en ideas para su fiesta: manejador (timón), ancla, barriles, barco pirata…. Fue difícil porque teníamos una lista muy grande de invitados y hubo de descabezar algunos porque, por sugerencia de la recreacionista era muy complicado controlar tantas personas y que pasaramos rico, además Emilio quería que hubiera de todo: inflable, mago, títeres, recreación, que le compráramos disfraces a todos los invitados, etc, etc, etc, cosas que obviamente eran imposibles para el tiempo de la fiesta y el bolsillo de los papás… De todos modos contratamos a la mejor recreacionista de la ciudad, Oma Vélez e hicimos una gran aventura pirata…

Lo primero fue la invitación, personalizada y hecha por mi…

La tía Cata y yo estuvimos muy juiciosas haciendo torta, cupcakes y galletas, como dice Emilio, «trabajaron dos días y dos noches», pero todo quedó divino… Ensayamos una masa nueva para cubrir la torta, muy deliciosa y quedó hermosa!!

La decoración fue hecha por mi también, con unos banderines super lindos de pirata, bandera pirata y muchas cosas piratas!! Se hizo una mesa en la que los niños podían disfrazarse de piratas con gorro, pañoleta, parche, también había catalejo y monedas de oro… El tío Nacho cumplió el deseo del «Manejador» y el ancla!

Los niños pasaron felices, y lo mejor es que la tarde estuvo super deliciosa (no llovió gracias al Tío Luisgui, coordinando desde el cielo). Fueron todos los invitados pero el espacio fue buenisimo. Lo más importante de todo es que mi niño estuvo feliz. Saludaba con un abrazo a sus invitados, y estaba totalmente empeliculado con su aventura pirata…

Bueno, fue un gran trabajo y quedé muuuuy cansada pero muuuy feliz. La piñata cumplió con todas las expectativas y no hubiera salido tan linda sin las gran ayuda de: Catica (Tía Cata), Tatu y Vito (compró joyas «de verdad» para decorar), El Tío Nacho, El Tio Ricky que nos acompañó con deliciosas Rickrispetas y Nachos, Noris, Gladys y Marta, Oma Vélez, el papá y el Tío Luisgui desde el cielo 🙂

 

 

Decorando la puerta de Halloween

Esta tarde hicimos una actividad muy divertida, decoramos nuestra puerta de Halloween. Fue muy entretenido porque todos participaron. La idea la encontré en Pinterest y la adaptamos a nuestro hogar. Los niños estuvieron felices, recortaron y pegaron, es una idea muy fácil y sencilla incluso para las personas con pocas habilidades artísticas. Me imagino muchas puertas con diferentes expresiones. 🙂

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Quería complementar mis fotos con las de mis amigos que también se animaron a decorar su puerta…

Amalia Saldarriaga…

 

Isabel y Agustín…

 

Mateo Arango…

Y esta es la nuestra un año después….

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Los horribles virus

Odio que mis hijos se enfermen. Tal vez es una de las cosas que más me afecta. Y lo peor es que con los niños es demasiado común. A pesar de que parece un «inevitable», trato siempre de protegerlos un poco. La manera más común de contagiarse de un virus es: no lavarse las manos, tocar cosas untadas del virus que tiene un niño enfermo, que te tosan encima. Y con los niños es casi inevitable que se metan la mano a la boca, que cojan y toquen todo, que no se den cuenta que otro mocoso babió un juguete y se lo metan a la boca, etc. De todos modos trato lo que más pueda que mis hijos se laven las manos, y coman bien para que las defensas de su cuerpo puedan estar fuertes y defenderse contra los virus.
Al parecer muchos papás no piensan como yo, y no les importa mucho que sus hijos estén enfermos, y no se dan cuenta además, que es demasiado fácil contagiar a otros niños. Me parece un poco irrespetuoso y desconsiderado los papás que mandan a los hijos a los jardines, o a las clases extracurriculares con tos, fiebre, vómito. Además de que su hijo va a aliviarse más rápido si lo deja en la casa, va a evitar contagiar a otros niños, que son igual de susceptibles al suyo a contagiarse del virus que tiene su hijo. Respetemos a los otros así como quisiéramos que nuestro hijo esté protegido y no al lado del niño con tos. Y evitemos que los virus se propaguen. Hoy por ti, mañana por mi!!
*By the Way, tengo un producto buenísimo que les sube las defensas a los niños, son unas gomitas llamadas Immune C Plus Zinc & Echinacea. Súper recomendado.

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La importancia de decir NO con firmeza

Hace poco me estaba viendo en Discovery un programa de esos chicos obesos que no pueden ni moverse y que les hacen un proceso para que puedan empezar a valerse por si mismos, por lo menos que se paren del sofa, hagan ejercicio, etc. Pues resulta que la culpa de todo lo que le pasó al chico fue del ser que más lo quiere en la vida: Su mamá.  Y suena muy triste, pero es algo que veo constantemente, las mamás nos tiramos a los hijos porque no somos capaces de decirles que no y de ser firmes con ellos en lo que decimos. Es muy triste, o muy maluco ver a nuestros hijos aburridos, tristes, llorando. Pero tenemos que pensar que estamos preparándolos para la vida, que todo lo que pasa en la casa, es una preparación para vivir en sociedad y que ellos tienen que aprender a vivir en esta, aprendiendo a esperar, a que todo no es cuando ellos y como ellos quieren, a que no siempre somos los primeros, a que no todo nos sale en el primer intento. Y los papás por pereza, miedo, o «amor», les decimos que si a todo. Lo único que logramos con eso es que nuestros hijos se sientan merecedores de todo, y que cuando sean adultos pasen por encima del que sea y de lo que sea para obtener lo que quieren cuando quieren y como quieren, pues asi fue que los educamos. Hace un tiempo, una mamá que es psicóloga me decía: uno tiene que decirles que no a lo que más pueda, asi cuando haya un sí, sea valorado y disfrutado. Porque cuando les decimos que sí a todo, simplemente no valoran nada, porque todo es tan fácil y no les cuesta ningún esfuerzo. Es muy duro decirles que no, ver sus caritas tristes, sus corazoncitos desilusionados, es muy maluco escuchar el llanto, las amenazas, las palabras feas. Pero eso va a suceder un par de veces y luego aprenderán. Y esto les ayudará a ser mejores personas cuando crezcan. De verdad.

Pedro y su particular forma de comer

Bueno, hace unos días puse un video en Facebook que ha dado mucho de que hablar. Se trata de mi hijo Pedro haciendo una mezcla de comida muy especial. Resulta que Pedro desde pequeño decidió que el come solo, no se deja dar la comida, y le gusta mezclar. Muchos lo llaman «comida fusión», pero este grado de fusión es avanzado. Lo mejor es que a el le encanta. No se de donde saco esta forma particular de mezclar la comida, pues en mi casa nadie lo hace, es más, nos aterra. A Emilio su hermano, no se le pueden juntar dos alimentos y a mi tampoco me atrae eso de esas mezclas tan particulares. Algunos ejemplos de sus mezclas: jugo de naranja en el cereal, carne, pollo o lo que sea con el jugo, todo en la sopa. Su preferencia es lo remojado, y no le importa mucho el sabor. Muchos que han visto este video me han dicho que que mala mamá que lo obligo a comer esas mezclas, y la verdad no lo obligo, pero el se las come porque le encanta. Y sucede casi siempre, bueno, digamos una vez al día porque no lo dejo siempre.

Varias cosas importantes, a los niños hay que dejarlos explorar un poco con los alimentos, no jugar, sino explorar. Pedro come mejor cuando mezcla que cuando no lo dejo. Todos no tienen que tener los mismos gustos nuestros y hay que respetar un poco este tipo de cosas, mientras no estén pasando por encima de los demás. Por ahora, sólo espero que algún día se le quite, o tal vez sea un gran chef que invente una nueva manera de mezclar los alimentos.
Aqui el video:

Una semana sin llorar en la guardería

Nunca pensé que fuera a ser tan duro la entrada a la guardería de mi pequeño. Un niño súper seguro, tranquilo, segundo hijo, acompañando a la mamá varias veces a la semana a recoger al hermano, se bajaba, jugaba, conocía a las profesoras, nos quedabamos largos ratos «adelantando» el proceso de adaptación. Y no. Entró a la guardería el 10 de Julio, se quedó llorando, lloró casi toda la mañana, al día siguiente, lloró más, y así todos los días. La segunda semana igual, con algunas mejoras, pues ya no lloraba toda la mañana sino que poco a poco se iba entreteniendo. Cuando llegaba a recogerlo, se me tiraba llorando. Ya no era tan normal, como cuando te dicen: es normal que llore los primeros días, es su proceso de adaptación, el duelo de dejar a la mamá, etc, lo de este niño era una angustia inmensa, que luego acabó con la fuerza de la mamá, que algunos días no aguantaba, lo dejaba y me sentaba a llorar en el carro al ver los ojos de mi niño diciendome «te suplico que no me dejes aquí, solo».  Pero bueno, hay que tener paciencia, todos los niños son distintos, todos los procesos son distintos. Para acabar de ajustar, esto lo descuadró en las demás actividades de su vida, lloraba en natación, no quería ir al parque sino quedarse sentadito al lado de la mamá todo el tiempo, como una sombra. Paciencia, explicarle, validarle su sentimiento, hacerlo entender que va a pasar muy rico, te dejo allá porque estoy totalmente tranquila, que estás en buenas manos, la mamá no te va a dejar para siempre, vuelvo siempre por ti, hablar con expertos, muchas cosas a ver que funcionaba y nada. Paciencia. Luego de dos meses y 11 días, Pedro cumple su primera semana sin llorar ni un solo día en la guardería. Se queda feliz, me dice: «Mamá, tao!» (chao), entra corriendo a abrazar a su profe.

Estoy feliz, me encanta que disfrute, que sea el mismo, sin miedo, sin angustia, con tranquilidad.

Lo que aprendí: a veces los procesos toman más tiempo de lo que uno piensa, pero hay que ser firmes, constantes y tener paciencia. Si ellos ven tu seguridad, van a darse cuenta que no hay nada malo para ellos y van a relajarse también.

5 «alimentos» (o cosas…?) que odio darle a mis hijos…

Desde hace algún tiempo he puesto mucha atención a los alimentos que les doy a mis hijos. Cada vez son más dañinos y anti-naturales y a partir de algunos problemas alérgicos, reflujo, reacciones de mis hijos ante ellos o cosas que me han dicho expertos o leído, tomé la decisión de restringir o eliminar algunas cosas de la dieta de ellos con increibles resultados. Gracias a varias personas como mi bioenergético o mi mejor amiga que tiene una maestría en alimentos, y a algunos textos que he leído por ahí, he descubierto algunas cosas un poco horribles, como por ejemplo que las Ducales tienen un ingrediente que crea adicción, por eso no puedes parar de comerlas (será ese el toque secreto?) o que hay muchas cosas que no son lo que se llaman, por ejemplo, el jugo de cajita, realmente no es jugo, la miel que te dan para el pollo en varios sitios públicos realmente no es miel, la miel de maple para el pancake tampoco es miel de maple y hasta la salsa de tomate, no tiene tomate. Por lo tanto, además de ser vilmente engañados por la industria alimenticia (aclaro que no tengo nada en contra de ninguna marca) pues comemos cosas que no son lo que dicen que son, estamos ingiriendo elementos químicos y dandole a nuestros hijos cosas hechas en un laboratorio cuando realmente creemos que los estamos alimentando.  Como estoy muy atenta a esto, cada día descubro que hay más niños con reflujo, enfermedades alérgicas y bueno, enfermos en general y en parte es por lo mal «alimentados» que están.

Bueno, de todos los productos para ingerir, porque alimentos no son, los peores para mi, y los que más evito darle a mis hijos son:

1. La Coca Cola: afortunadamente puedo decir que mis hijos nunca la han probado. En general no consumen ninguna gaseosa, pero si no hay más remedio, les doy una que no sea esta. Creo que mucho se ha hablado de lo dañina que es….

2. Los Dulces: para mí son un veneno para los niños. Los vuelve adictos, no comen nada nutritivo, les bloquea el apetito para comer saludable. Personalmente a mis hijos les da reflujo y si comen mucho, hasta vómito. No les prohibo comer un dulce en las piñatas o en la guardería, pero en mi casa no compro y cuando llegan con la bolsita de la piñata, desaparece en una caja que luego regalo. Odio que les den dulces y mientras pueda, evito que coman.

3. Jugo de cajita. El famoso jugo de cajita, que supuestamente es tan nutritivo contiene realmente un 2% de jugo de fruta, el resto, químicos, aditivos y azucar. Consumirlo es como comerse aprox. 6 cucharadas de azucar, engorda, no alimenta. A mis niños también les ha dado reflujo. Cuando descubrí esto les empaco jugo natural hecho en casa en los termos cuando vamos a salir y si no se puede, es mejor que tomen agua.

4. Alpinito. Aclaro que no tengo nada en contra de la marca Alpina, es más me parece una de las mejores y más innovadoras marcas en Colombia, pero el Alpinito a mis hijos les cae como patada en el higado. A mi hijo grande le di muchas veces y siempre le daba como un vomitico que olía horrible, luego me recomendaron eliminarlo de la dieta, y mi hijo pequeño, que ya tiene 2 años nunca lo ha probado, mentiras, creo que una vez le dimos y el resultado fue muy similar a lo que pasaba con su hermano. En vez de Alpinito les doy yogurt, kumis, yox, otros que no se porque no les caen tan mal….

5. Fruit Loops o Trix. Tampoco tengo nada en contra de Kellogs o Nestle, y en general no sólamente es este cereal sino todos los cereales que sean de colores. Los colorantes son químicos que hacen daño al cuerpo pero mientras más color tengan los alimentos, peor. Por lo tanto evito darles esto. El ideal es el Corn Flakes pero de vez en cuando también les doy Zucaritas, ceral de Milo o Choco crispis…

Bueno, con toda esta reflexión tan larga, me queda un pequeño desconsuelo y es la tristeza de sentir que la industria alimenticia cada vez nos engaña más, que no sabemos realmente que estamos consumiendo y que las mamás que tienen sus hijos con enfermedades como esta, no puedan detectar que su problema viene de su mala alimentación. Les recomiendo esta página web: www.ninosinalergias.com donde pueden descargar GRATIS un libro muy interesante escrito por un pediatra caleño sobre los problemas ( y soluciones) que causan los alimentos (o más bien no alimentos) en la salud de los niños.

Mis hijos aman los baños públicos

No se porqué les causa fascinación. Tanta como terror a los papás. Pero cada vez que vamos a comer a un sitio público, ya sea desayuno, almuerzo, algo o comida, ya sea en restaurante, supermercado, estadero de carretera, centro comercial, etc, uno de los dos (o los dos) salen con su terrorífica frase: «Quiero hacer popó». Los papás nos miramos, con ganas de que nos caiga un rayo, se abra la tierra y nos trague o algo similar, y luego con miradas de «Ve tú», «No, yo no», «Yo fui la última vez», etc. hasta que alguno de los dos cede con una pereza…… Y lo peor es que no se porqué a estos niños les da por empelotarse del todo (pantalón, calzoncillos, medias y zapatos) para sentarse en el baño. Cuando van con el papá entran a baño de hombres, lo cual no me quiero imaginar como será, y cuando van conmigo al de mujeres. Entonces se sientan en el baño (semidesnudos), la ropa en el piso (gas), el mayorcito lo hace rápido pero el pequeño se toma su tiempo, yo le pregunto cada 10 seg. «Ya acabaste?» y me dice: «No, ota popó» …. Entran señoras al baño y se sientan al lado y el las señala, mira por debajo, las señoras me miran no se si con pesar, risa, alivio (de no ser ellas yo), o ternura por los pequeños. Vuelvo y le pregunto y dice «no, ota popó». Esto dura aprox. 10 o 15 min hasta que acaba… (por fin). Ha habido días en que tenemos este episodio dos o tres veces en un mismo día, no se que tienen los baños de mi casa que no les gustan y porque les gusta tanto entrar en Carulla o en cualquier baño público, pero es terrible, quiero que me trague la tierra. Bueno, no se si me odien por esto cuando estén grandes, pero aqui les dejo la foto: