10 Tips para organizarse para las vacaciones de los hijos

Ya estoy a pocos días del momento menos esperado del año, el inicio de las vacaciones largas. Mis hijos tienen 5 y 7 años y son muchas semanas en las que estarán conmigo. Son unos niños muy activos y necesitan el aire libre, cansarse y divertirse. Quiero que las vacaciones sean ricas para ellos y tranquilas para mi. En todas las reuniones en las que hay mamás, es el tema que todas preguntamos: «Qué vas a hacer con tus hijos en vacaciones?» , todas tenemos muchas alternativas y ya muchas hemos elegido entre varias opciones que hacer.

Para las vacaciones esto es lo que yo tendré cuenta para que salgan lo mejor posible: Seguir leyendo

Los «echa visitas»

A muchos papás nos gustaría tener una cámara fotográfica y de video incorporada para grabar y recordar cada instante de la vida de los hijos. Con los hijos y especialmente con el primero uno se vuelve algo intenso en eso de las fotos y quiere tomarles en cada ángulo, pose, pinta, risa, mirada, etc. Como si se nos fuera a olvidar a veces nos sobreactuamos en el hecho de grabar y retratar todos esos momentos especiales o no especiales (para uno como mamá todos los momentos son especiales).
Tengo un tío que ya tiene sus hijos adolescentes y le decíamos «Tele Mario» pues hace 18 años andaba con su cámara de video todo el tiempo grabando a sus hijos, en todo lo que hacían, todo el tiempo (literal). En esa época la cámara era un «poquito» más grande que las de ahora y creo que casi que tenían que llevar una pañalera extra para la cámara, los cables, pilas, etc. Pero mi tío era feliz grabando a sus hijos y el resto nos burlábamos de Tele Mario. Esas cosas uno no las entiende hasta que tiene sus propios hijos y quiere grabar todo, absolutamente todo. Seguir leyendo

¿Cómo enseñar a comer frutas y verduras?

Uno de los retos más grandes que tenemos como padres es enseñar a nuestros hijos buenos hábitos. La alimentación es uno de ellos, pero a la vez es complicado pues estamos en una sociedad que ofrece muchas opciones poco saludables a los niños y la alimentación sana termina siendo poco agradable para ellos. Con mis hijos ha sido todo un reto, aquí les cuento mis tips para enseñarles a comer frutas y verduras a los niños…

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Cuando yo era chiquita no comía nada. O por lo menos eso es lo que dice mi mamá. Mi mamá cuando era chiquita fue igual y así fue mi abuela. O sea, en nuestra familia, generación tras generación, fuimos unas «desnutridas» (así dice mi mamá) y  fue un dolor de cabeza para las mamás la alimentación de los hijos.

Había que rogar, suplicar, pelear, frustrarse, buscar estrategias creativas, lo que fuera para lograr que comieran asi fuera alguito. Recuerdo que mi mamá (no solo lo recuerdo sino que ella siempre lo cuenta) cuando me servía el arroz le ponía pequeños chiclecitos de colores para hacerlo más atractivo, los cuales yo con mis dedos como pinzas cogía y me comía, dejando el arroz limpio. También recuerdo las decoraciones y dibujos con salsa de tomate o lo que mi mamá pusiera para que su hijita comiera. Seguir leyendo

Llegó el momento de pensar en mi

Cuando uno tiene hijos se olvida de uno. Es como una abalancha de tareas, todo el tiempo tu bebé te necesita, hay que alimentarlo, cambiarlo, ayudarle a dormir, se despierta cada tres horas, llora y uno no entiende que será lo que le pasa, viene gente a visitarte, y entre el bebé, las visitas, la nueva rutina que llegó sin uno estar preparado (por muchos cursos prenatales que uno haga, no se imagina todo lo que será sino hasta vivirlo), uno se olvida de uno. Y como la vida sigue así, el bebé con sus necesidades, el trasnocho, el cansancio, la adaptación a esa nueva dinámica familiar, etc, uno se acostumbra y cree que la vida ya es así. Me acuerdo la angustia que me daba al pensar que había perdido mi vida para siempre. Afortunadamente tuve amigas que me decían que eso no iba a ser así siempre. No podía sentarme a comer tranquila, bañarme, o arreglarme sin que hubiera alguna interrupción, y ni se diga de otras cosas de «lujo» como por ejemplo ir a la peluquería, estar con las amigas o hacer una siesta. Porque con un bebé pequeño, hasta ir al mercado se vuelve un momento añorado y casi imposible. Seguir leyendo

Ser o no ser «motrizmente reprimida»

Cuando yo era chiquita y estaba en el colegio, no me gustaba hacer educación física. Me parecía horrible darle vueltas al coliseo corriendo sin sentido, me aterraba la idea de sudar y llegar pegotuda a la clase siguiente, el salón caliente y todas las niñas sudando y calientes (gas!). Creo que fui, o fuimos (porque tenía combo) un dolor de cabeza para la profesora de deportes que terminó por ponernos a jugar ajedrez ante la rebeldía evidente del grupo de niñas que no queríamos correr y sudar (todavía me la encuentro y me da hasta pena saludarla). Seguir leyendo

¿Cómo desarrollar la autonomía en los niños?

Uno de los papeles importantes que tenemos las mamás en la vida de los hijos es enseñar y acompañarlos hasta el momento en que ellos puedan desenvolverse solos en la vida. Hace un tiempo leí o escuche en una conferencia (realmente no recuerdo de donde salió) Autonomiaque uno debe hacer por los hijos sólamente lo que ellos con sus capacidades físicas y mentales no sean capaces de hacer. Cuando un niño sabe o tiene las capacidades y el potencial de hacer algo por el mismo, debemos dejar que lo haga.
Algunas veces olvido esto y veo que muchas mamás lo hacemos cuando queremos resolver rápidamente algo, cuando queremos permanecer en la zona de confort o cuando nos comportamos de manera sobre protectora. No nos damos cuenta que resolviendo los problemas o interviniendo en las situaciones de los hijos les estamos haciendo daño. Primero porque no los estamos dejando aprender. Segundo, porque les estamos dando el mensaje inconciente de que no son capaces, ya que la mamá les tiene que hacer esa labor.
Cuando dejamos que los hijos hagan solos sus cosas al principio es duro. Ellos se van a quejar, van a decir no soy capaz, lo hago mal, mira como me quedó. Para que no sea tan duro podemos acompañarlos en ese proceso pero sin tomar las riendas, solo que sea un apoyo. Por ejemplo: Un niño de 3 años ya debe estar practicando como vestirse solo y a los 4 ya debería vestirse solo del todo. Al inicio podemos decirle:  ‘Yo te pongo una prenda y tu las otras, o yo te meto la camiseta por la cabeza y tu solito te pones el resto…’ Seguir leyendo

Imágenes de instagram

Les comparto las imágenes que he publicado en Instagram en los últimos días….

Afuera de mi zona de confort.

Tan rico estar en la zona de confort. Es como estar en una balsa bonita, por un río tranquilo, viendo un paisaje hermoso, sin frío, sin calor, en un colchón suave y con cobijita. En la zona de confort uno pasa delicioso, no se preocupa, todo es bueno, cómodo, y además, nada pasa. Cuando estás en la zona de confort tu vida sigue como cuando vas en esa balsa, igual. Esto quiere decir que como nada pasa en este lugar, todo pasa cuando te sales de esta zona. Todo es lo difícil y también lo extraordinario. La magia, los retos, la satisfacción, los regalos de la vida.
Ultimamente he tenido la oportunidad de vivir experiencias que me sacan de la zona de confort, de hecho la maternidad es una de las situaciones que más te halan a salir de ahí. Este fin de semana tuvimos una experiencia de estas, en un sitio muy alejado a mi vida cotidiana y muy diferente en todo sentido. A manera de chiste al llegar allí dije: «Este es el sitio más alejado que he estado de mi zona de confort» y no imaginé que mis palabras tuvieran tanto poder y que definieran tan claramente la realidad que iba a experimentar. Seguir leyendo

Tener metas claras y concretas.

Muchas veces las mamás nos debanamos la cabeza pensando como hacer que nuestros hijos hagan algún cambio importante en su vida. Yo he usado una metodología que me ha funcionando bastante: el escalador de logros. Ha sido súper efectiva y a mis hijos les encanta.
Este método consiste en establecer metas claras y concretas. Por ejemplo:
– Comer sin pararse de la mesa
– Comer usando los cubiertos
– Dormir en su cama sin pasarse
– Comer verduras
– No comer mocos o uña (jaja)
– Vestirse solito
– No dejar sus cosas personales en el colegio. Seguir leyendo

«Señora, ustedes son ricos?»

«Señora, ustedes son ricos?» me preguntó una niña mientras hacíamos la fila para patinar en el hielo en el Centro Comercial Santafé. Muchas cosas vinieron a mi mente. Para mi «rico no es el que más tiene sino el que menos necesita», y podría haberle respondido que sí, que a pesar de que mis bienes materiales son menores a los de muchas personas que conozco, vivo tranquila y feliz con lo que tengo y siento que me hace falta poco. No quiere decir que no me provoque tener un closet más grande con más zapatos, o que no me gustaría viajar más o preocuparme menos por el pago de las cuentas. Pude haberle dicho que no hay más riqueza que el amor o la salud, que vale más estar unidos, tener una familia bonita y amigos especiales. Pero no es eso a lo que se refería la niña. Me preguntó qué le había traido El Niño Dios a mis hijos,  a ella le trajo una tablet (a mis hijos unos tenis patín y un jueguete al otro), y que si mis hijos tenían cuarto propio para cada uno, a lo que le respondí que no, pues ellos comparten su cuarto. Seguir leyendo